El Tratado de Asociación Transpacífico (TPP, por su sigla en inglés) fue firmado el lunes tras ocho años de negociaciones en secreto entre Estados Unidos y Japón -principales promotores- y diez países más, que comparten costa en el océano Pacífico: Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunéi, Singapur, Vietnam, Canadá, y los latinoamericanos México, Perú y Chile. Éstos abarcan en conjunto 40% del Producto Interno Bruto mundial. Además, se han anotado ya como posibles miembros otras economías asiáticas y latinoamericanas como Corea del Sur, Taiwán, Filipinas y Colombia.

La concreción del bloque alertó a la cancillería uruguaya, que de inmediato solicitó al embajador de Uruguay en Estados Unidos, Carlos Gianelli, la realización de un análisis al respecto, aunque según dijo una fuente del ministerio a la diaria, el informe “fue a modo de consulta” y “no con intenciones específicas para este acuerdo”. El diputado frenteamplista Pablo González dijo que, más que a una eventual consideración de adherirse al TPP, el informe solicitado respondía a la intención de “averiguar en qué podría afectar el acuerdo al país”. Según sostuvo, el partido de gobierno apunta a “fortalecer el Mercosur” y entonces, “si Uruguay tomara caminos distintos a los de otros países del Mercosur, estaríamos debilitando al bloque”.

En la misma línea, aunque más apartado del Mercosur, se mostró el diputado de Unidad Popular, Eduardo Rubio. Según dijo, “el país debería ir en el camino opuesto al TPP”, que considera que “fue la respuesta que articuló Estados Unidos a la creación y el desarrollo de todas las herramientas que se fueron construyendo como parte de la unidad latinoamericana”. Rubio espera que “podamos defender nuestra soberanía” y que “nos demos cuenta de que el acercamiento al acuerdo no nos conviene”, teniendo en cuenta, además, que el libre comercio con la potencia norteamericana “ha fracasado en Europa y llevado a la miseria a países latinoamericanos como México”.

Legisladores del Partido Nacional, Independiente y Colorado coincidieron, en cambio, en que Uruguay debería ir en busca de integrar acuerdos como el TPP. “El comercio del mundo va para el lado del Pacífico, y Uruguay está perdiendo rueda hace bastante tiempo”, afirmó el independiente Iván Posada, considerando que en “todo acuerdo que signifique apertura comercial, Uruguay tendría que intentar ingresar”. En la misma línea se mostró el nacionalista Jaime Trobo, quien observó que “un país con las dimensiones de Uruguay debería ser proclive al ingreso” al TPP. El colorado Ope Pasquet advirtió que sobre el TPP no tiene “nada definido, pero agregó que el país “debería buscar acuerdos donde sea”, porque “en un mundo donde todos buscan lo suyo, si nosotros no seguimos buscando y nos focalizamos sólo en el Mercosur, nos quedamos afuera”.

Teniendo en cuenta que el acuerdo se forma dejando fuera a China, el socio comercial más relevante de Uruguay, Trobo y Posada coincidieron en que “nuestra política exterior no puede estar condicionada por lo que haga China”. Al respecto, el blanco comparó el razonamiento que se dio con el TISA: “Hay intereses que pueden estar afectados porque entremos, pero lo que hay que evaluar inteligentemente es entre activos y pasivos, cuáles pesan más e ir a favor de éstos”. Posada, que lamentó “no haber firmado el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos”, consideró que “Uruguay debe apostar a la inserción global, más allá de China”, teniendo en cuenta que “son mayores los costos que pagamos porque no terminamos de asumir una estrategia”.