La Ley 18.596, de reconocimiento y reparación a las víctimas del terrorismo de Estado, prevé entre otras formas de reparación la colocación de “placas o expresiones materiales simbólicas” en sitios públicos donde se hayan producido violaciones a los derechos humanos en la última dictadura cívico-militar.
En base a dicha norma, el sábado se colocó una placa recordatoria en la Seccional 3ª de Policía de Paso de los Toros, conocida como “cárcel militar de reclusión femenina Nº 1”, que ofició de centro de reclusión de 157 presas políticas entre 1972 y 1985. En el homenaje participaron representantes de la comisión especial que instrumenta la ley -integrada por varios ministerios y organizaciones sociales- y de la Comisión Memoria, Justicia y contra la Impunidad de Tacuarembó.
Isabel Wschebor, directora de la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente, dijo que Uruguay tiene “un gran problema” con su política de “construcción de la memoria” porque “aún hay muchos silencios, muchas cosas que no se saben y se tienen que conocer, y por ende, hay mucho por lo que se tiene que trabajar”.
Giovanni Rotondaro, miembro de la Comisión Especial, explicó a la diaria que la solicitud de colocación de placas recordatorias surge de los involucrados, principalmente ex presos políticos, y que la comisión colabora con su implementación: visita el lugar, dialoga con los interesados y las autoridades -en general se trata de predios policiales o militares- y gestiona la colocación de la placa.
Los próximos dos homenajes se harán el 6 de diciembre: uno será en la actual terminal de ómnibus y shopping de Mercedes, que funcionó como centro de reclusión en la dictadura, y el otro en un cuartel de Fray Bentos, donde los militares asesinaron en 1984 al doctor Vladimir Roslik.