El juez penal de 3er Turno, Gustavo Iribarren, citará a varios médicos oncólogos que se desempeñaron en el Hospital Militar durante la dictadura y que atendieron al rehén tupamaro Adolfo Wasem Alaniz en ese centro, entre ellos al presidente Tabaré Vázquez. Tres profesionales serán citados en calidad de indagados, mientras que el mandatario lo será como testigo y el interrogatorio se le hará llegar por exhorto, es decir, podrá responder las preguntas de la fiscal Raquel González por escrito. Tras el pedido de la representante del Ministerio Público de contar con la declaración de Vázquez, el juez determinó que el trámite se haga de esa forma.
Se trata de la causa que investiga la muerte de Wasem, integrante de la dirección del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T), detenido en 1972 y que a partir de 1973 fue considerado “rehén” por la dictadura, al igual que Raúl Sendic, José Mujica, Eleuterio Fernández Huidobro, Julio Marenales, Jorge Zabalza, Mauricio Rosencof, Henry Engler y Jorge Manera Lluveras. Los “rehenes” rotaron en grupos de tres por distintas unidades militares durante todo el régimen de facto y fueron sometidos a torturas y a condiciones de reclusión extremas de forma permanente. Wasem fue operado en 1981 de un tumor maligno, por lo que “debía seguir diversos tratamientos que sin embargo le fueron proporcionados en forma absolutamente discontinuada y en régimen infrahumano de reclusión”, dice el resumen del Observatorio Luz Ibarburu, en la ficha de seguimiento de la causa. Desde abril de 1984, Wasem permaneció en el Hospital Militar, internado “en una sala-calabozo y completamente aislado”, y falleció el 17 de noviembre de ese año, a los 38 años, tres meses antes de que fueran liberados los últimos presos políticos.
El trámite judicial se inició en 2012, y una de las primeras actuaciones fue obtener toda la documentación relativa a Wasem contenida en la Investigación histórica sobre detenidos desaparecidos (1971-1982) y en la Investigación histórica sobre asesinados políticos por responsabilidad y/o aquiescencia del Estado (1973-1985), realizada por técnicos de la Universidad de la República en convenio con Presidencia de la República, para la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente. En esta documentación figuran registros de Sanidad Militar y fichas de la atención médica que recibió Wasem, una de las cuales contiene un dictamen médico que describe la terapia que debe seguir el entonces enfermo de cáncer, firmada por el doctor Vázquez. La fiscal basa el pedido de testimonio del mandatario en esta documentación.
La primera audiencia de la causa fue en mayo, tomándose declaraciones a los denunciantes Adolfo Wasem (hijo) y Sonia Mosquera. Posteriormente, en otra instancia, declaró como testigo Manera Lluveras, y el martes lo hicieron en la misma calidad Rosencof y Engler. Según Pablo Chargoñia, abogado del Observatorio Luz Ibarburu, los testigos dieron testimonio “del trato que recibió Wasem antes y después de habérsele detectado cáncer” y describieron “el sometimiento a la tortura en distintos cuarteles, particularmente en los de Paso de los Toros y Trinidad”. “Lo que se investiga es el efecto que tuvo la falta de atención y la tortura en el desenlace de la enfermedad”, agregó el abogado.
Por su parte, Engler, que también es médico y que compartió cuarteles con Wasem y Manera Lluveras, dijo que dio testimonio de que “las situaciones extremas que producen niveles de estrés anormal llevan a un desequilibrio de todo el sistema biológico que puede terminar en enfermedades de todo tipo”. “Todas las enfermedades que puedan desencadenarse están unidas a ese tipo de vivencias, relacionadas con lo que nos hicieron”, explicó. Además, Engler dijo que “pasaron meses y meses” entre que Wasem pidió ser atendido por la enfermedad y el momento en que efectivamente le dieron asistencia.