Juan Pedro Mir, director nacional de Educación hasta su renuncia el viernes, hizo pública una carta ayer en la que cuestiona que se lo haya obligado a dimitir: “Lo que entiendo más grave no es mi cese en sí, sino el motivo por el que se produce: considerar un problema la expresión de una opinión disonante (además dicha en un espacio partidario)”.

Mir le pegó por partida doble a la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz. Primero, porque dijo que el presidente Tabaré Vázquez y la titular del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) le pidieron la renuncia “sin siquiera haber hablado conmigo sobre lo sucedido”. Segundo, porque cuestionó la forma en que Muñoz se refirió a él: “Reivindico a la vieja y querida izquierda que concibe a los militantes que transitoriamente están desempeñando cargos de gobierno como ‘compañeros’ y no como ‘subalternos’ descartables”, sostuvo. Muñoz se había referido a Mir como un “subalterno” el viernes en declaraciones a El Observador, cuando opinó sobre los dichos que el ex jerarca había emitido el sábado 17 de octubre en el plenario del Frente Liber Seregni (FLS): “Si yo fuera directora de Educación y pensara eso, me iba. No le voy a pedir la renuncia, pero si él piensa de verdad eso, debería irse”, dijo, horas antes de pedirle que dejara el cargo. El sábado 17, Mir había sostenido que no se podría hacer un “cambio de ADN” de la educación, porque “no están dadas las condiciones políticas en el gobierno de la educación para eso”.

En la carta de ayer, Mir ratificó lo dicho en el plenario del FLS, y sostuvo que el gobierno debe “atender y entender las señales de un conflicto que llevó a que miles de trabajadores de la educación se movilizaran”. “No hay cambio más importante que el cambio educativo, y éste sólo es posible con la participación activa de los involucrados y del conjunto de la sociedad”, señaló, para luego volver a reiterar que no están dadas las “condiciones políticas” para cambiar el ADN de la educación. A pesar de estas frases, el ex jerarca, afirmó que se está “a tiempo” de “construir las bases para la transformación estructural de la educación, con el sentido y las propuestas planteadas en el Programa del Frente Amplio”.

Fuentes del FLS expresaron que Mir tenía discrepancias con la conducción en la educación que lleva a cabo el Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública. Entre estas diferencias se encuentra la necesidad de instalar un “marco curricular común” en la educación de niños y jóvenes de tres a 17 años, uno de los puntos necesarios para poder cambiar la educación del país, que el ex jerarca destaca en la carta que hizo pública ayer.

Respaldo

La decisión de Muñoz de pedirle la renuncia a Mir la enfrentó directamente con el FLS. Asamblea Uruguay, el sector mayoritario del bloque, destacó en una declaración que Mir actuó con “coherencia y empeño”, y asumió plenamente sus responsabilidades acerca de sus dichos. El ex jerarca también fue respaldado por la comisión de Educación del FLS. “Desarrolló la tarea encomendada con seriedad, responsabilidad y dedicación”, destacó. El diputado José Carlos Mahía dijo que la decisión fue “injusta”: “Lo peor es que no lo cesó por razones de gestión, sino por una opinión vertida en una actividad interna de un sector. Es un hecho preocupante”. En tanto, el dirigente del FLS Esteban Valenti aseguró que el bloque político no dará ninguna “batalla política” por recuperar el cargo que abandonó Mir. “Sería una miseria dar una batalla por cuotas de cargos”, señaló.

Fuentes cercanas a Muñoz expresaron que lo dicho por Mir causó sorpresa en el gabinete del MEC. “Nunca lo había manifestado en el gabinete del ministerio. No sabíamos que pensaba así”, sostuvo un jerarca de la cartera, que recordó que el ex jerarca había formado parte de una conferencia de prensa, el 24 de setiembre, en el Dirección Nacional de Impresiones y Publicaciones Oficiales, convocada bajo el nombre “El nuevo ADN de la educación uruguaya”.