El Ministerio de Defensa Nacional (MDN) y organizaciones civiles preparan un reconocimiento a Vladimir Roslik, el último asesinado por la dictadura cívico-militar, que se realizará a fin de año, informó ayer el portal de Presidencia de la República. Roslik, un médico nacido en San Javier, en Río Negro, murió el 16 de abril de 1984 como consecuencia de las torturas, en el Batallón Nº 9 de Fray Bentos. Precisamente allí se colocará una placa en su memoria. Este reconocimiento se suma al ya realizado a Aldo Perrini, muerto por torturas en 1974, y a Luis Batalla, fallecido por la misma causa cuando aún gobernaba como presidente electo Juan María Bordaberry, en mayo de 1972 en un cuartel de Treinta y Tres. Batalla era un obrero militante del Partido Demócrata Cristiano (PDC) y fundador del Frente Amplio en 1971.
El director de Asuntos Jurídicos, Notariales y Derechos Humanos del MDN, Roberto Caballero, destacó la “buena voluntad” de las jerarquías militares actuales “para ubicar las placas en los lugares de mayor visibilidad por parte de la ciudadanía”. “Tanto el comandante en jefe del cuartel de Colonia como el de Treinta y Tres son hombres que se recibieron de alférez luego de recuperar la democracia, y cuando ocurrieron los asesinatos ambos iban aún a la escuela”, afirmó. Estas iniciativas se enmarcan en la Ley N° 18.596, de Reconocimiento y Reparación a las Víctimas de la Dictadura, que incluye la reparación moral “con el fin de restablecer la dignidad de las víctimas”.