Desde el viernes 2 el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa) puso en funcionamiento un nuevo protocolo de seguridad, según informó a la diaria la presidenta del Sirpa, Gabriela Fulco. Según se establece, ante una situación conflictiva los funcionarios deberán utilizar el diálogo y otros medios de disuasión para restablecer la disciplina antes de utilizar la fuerza en todos los centros de reclusión del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU). Además, se estipula que en primera instancia se dialogará para intentar disuadir de cualquier conflicto, y en caso de que los funcionarios reduzcan a un adolescente, deberán hacerlo inmovilizándolos boca abajo, sujetándoles los brazos por la espalda con esposas o precintos y las piernas con grilletes. El protocolo establece que el trabajador sólo intentará la reducción del adolescente cuando su comportamiento “genere condiciones para la autoagresión, la agresión a otros, o cuando provoque daños materiales en el centro de reclusión”, y que deberán hacerlo cinco funcionarios; cuatro sujetarán una extremidad y el quinto colocará las esposas. Además, se señala que se debe reducir sólo si los adolescentes intentan escapar, o cuando no acaten las normas de convivencia y disciplina. En todos los casos se deberá dar aviso a las autoridades de forma inmediata.

Respecto de la capacitación que se requiere para que los funcionarios puedan actuar de la forma estipulada, Fulco explicó a la diaria que “acaba de finalizar un curso de dos meses sobre seguridad”, y añadió que en breve se impartirán otros. A su vez, dijo que este protocolo es el producto del trabajo de la comisión que se creó el día que el Poder Ejecutivo decretó la esencialidad de los servicios del INAU, el 22 de agosto.

La comisión está conformada por representantes del PIT-CNT, del sindicato de funcionarios del INAU, del directorio del INAU y una comisión delegada del Sirpa. Fulco aseguró que la mesa de trabajo “se mantendrá abierta” porque se está evaluando un borrador del protocolo de traslado.

Desde el sindicato del INAU, su secretario general, Carlos Salaberry, dijo a El Espectador que se trata de un manual “provisorio hasta que se defina uno más completo que establezca cómo actuar en casos de incendio y evacuación de lesionados”. Agregó que significa un respaldo administrativo.

Este protocolo surge después del procesamiento de 26 funcionarios del Sirpa (17 con prisión), la huelga resuelta por el sindicato en tres centros y el decreto de esencialidad.