Mañana la jueza letrada de 1º Turno de Bella Unión, Carla Gómez, será la encargada de constatar que los trabajadores de Greenfrozen abandonaron la planta de la empresa. Los empresarios (recientemente se subdividieron en dos empresas, que de todas formas son del mismo grupo) y los trabajadores llegaron a un acuerdo el viernes para que los empleados dejen el predio voluntariamente, lo que se concretará hoy a las 10.00.

La empresa cerró a fines de 2014. 140 trabajadores quedaron sin trabajo, de los cuales 63% son mujeres. En febrero decidieron entrar a la planta para cuidar la mercadería que todavía estaba allí (380 kilos de alimentos congelados a granel) y la maquinaria, la única fuente de la que podrán cobrar parte de sus créditos laborales. El predio, la planta y la maquinaria están embargados por el Estado, los trabajadores y otros acreedores. Después de varias negociaciones, los dueños presentaron una acción de amparo reclamando el desalojo, que se iba a concretar hace 15 días pero no se pudo, porque no había quien se hiciera responsable de la planta por los empresarios y porque diez trabajadoras se encadenaron en la planta para evitarlo.

Ante el pedido de desalojo, los trabajadores presentaron otra acción de amparo por los bienes embargados a su favor, lo que concluyó el viernes en el juzgado, donde ambas partes acordaron el abandono voluntario, según explicó el abogado de los trabajadores, Osorio Fernández. A cambio, exigieron un inventario detallado de los bienes a cargo de un escribano nombrado de común acuerdo. A cargo de la planta quedarán otros trabajadores de Greenfrozen de confianza del dueño, Jorge Rottemberg.

El 11 de noviembre será la primera audiencia en el marco del juicio laboral que emprendieron los 140 trabajadores. Reclaman en total 1.100.000 dólares, aunque según el abogado, la venta de los activos no alcanzará para cobrar el total de lo adeudado.