“Yo no puedo, no debo ni quiero inmiscuirme en los asuntos políticos internos de otro país. No es cierto que yo apoye al gobernador [Daniel] Scioli. Sería imperdonable que el presidente de Uruguay estuviera expresando su preferencia política”, afirmó ayer el presidente Tabaré Vázquez, consultado sobre cómo observa el proceso eleccionario en Argentina. Explicó que recibió a Scioli en Uruguay durante la campaña, pero que también había aceptado un encuentro con el otro candidato con chances de triunfar en el balotaje, Mauricio Macri, y que fue el político argentino quien finalmente no pudo venir a Uruguay. Además, contó que tras la elección del domingo llamó a los tres candidatos más votados -Scioli, Macri y Sergio Massa- para felicitarlos por la jornada; pudo hablar personalmente con Massa, y a Scioli y Macri les dejó un mensaje en su secretaría.

Vázquez participó ayer en París en un desayuno de trabajo con empresarios franceses organizado por la revista Politique Internationale, donde se refirió a los logros de su primer gobierno. En el encuentro habló también el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, y se refirió a las ventajas de Uruguay como país receptor de inversiones.

También ayer, el semanario Búsqueda publicó una entrevista al primer mandatario en la que se refiere a la situación en la educación y a las renuncias de Fernando Filgueira a la subsecretaría del Ministerio de Educación y Cultura y de Juan Pedro Mir a la dirección nacional de Educación. Afirmó que su intención de cambiar el ADN de la educación permanece incambiada y que el plan de gobierno, “que es el que está en el programa” del Frente Amplio, se llevará adelante, “más allá de las personas que estén al frente del gobierno de la educación”. Aclaró que resolverá la designación del futuro subsecretario cuando llegue a Uruguay, pero que “seguramente va a ser una persona que tenga muchos conocimientos en el tema de la educación, en el tema cognitivo, en la aplicación de los tiempos educativos”. Indicó que en este tema no existen “varitas mágicas que permitan, de la noche a la mañana”, ir “adecuando la enseñanza a los tiempos que corren y a las realidades que tenemos”.