“Estamos en un proceso de agudización de la lucha de clases”, sostiene un documento del PIT-CNT que será analizado en asambleas en los sindicatos adheridos a la central. El texto fue tratado ayer en el Secretariado Ejecutivo de esta organización y podría ser aprobado el viernes, en un encuentro nacional de direcciones y plenarios de sindicatos. Esta intensificación de la discusión que la central plantea ocurre porque, a diferencia de los diez años anteriores, lo que se disputa ahora no es ver quién se queda con los “frutos del crecimiento”, sino que está “cuestionado el margen de ganancia por la desaceleración”. “Una mejora de nuestra vida es detrimento de la ganancia del capital”.
El documento explica cómo el accionar del PIT-CNT logró influir en algunas de las políticas del gobierno. Según se sostiene, las movilizaciones del 6 de abril y el 1º de mayo, así como “la táctica de negociar movilizados y movilizarnos negociando”, ha permitido que el proyecto original del Poder Ejecutivo que “pulverizaba” el Fondo para el Desarrollo (Fondes) “cambiara en el sentido de los planteos del movimiento obrero”. También “las acciones en defensa de la industria y de la inversión pública, en particular la movilización del 11 de junio, ayudaron a que se anuncien 8.300 millones de dólares de inversión pública”, se sostiene. Además se asegura que “fue la acción del movimiento obrero y sus aliados la que contribuyó a que Uruguay abandonara el TISA”. Este objetivo “es una de las victorias más relevantes de nuestro movimiento obrero”. También consideran que el “total rechazo del PIT-CNT” al decreto de la esencialidad en la enseñanza influyó en su levantamiento.
Así como el documento destaca los “logros” obtenidos por el PIT-CNT, también cuestiona los resultados obtenidos por “un conjunto de sectores que se manejan con la tesis de que cuando peor, mejor”, cuyo accionar, se sostiene, estuvo presente en la ocupación del Codicen: “Se prestan para cualquier tipo de provocaciones que en vez de promover desarrollo de la unidad, de la organización, de la conciencia de clase de la gente terminan haciendo siempre síntesis para la derecha”.
Pero para la central sindical todavía hay cosas para cambiar. Las pautas salariales del sector privado (afirman que no garantizan que el salario real crezca en la misma medida que el Producto Interno Bruto) y el proyecto de ley de Presupuesto (al que se le exige un aumento de los recursos para la educación, la salud y la vivienda) son los dos principales objetivos de la central, y para eso se propone un plan de acción concreto. Para lograr “ampliar” el margen fiscal, el PIT-CNT propone aumentar el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas a los salarios más elevados, utilizar parte de las reservas internacionales y “revisar algunas exoneraciones patronales, en particular las de Claro y Movistar”.
Gabriel Molina, dirigente del Sindicato Único de Antel, sostuvo que mientras el gobierno recortó las inversiones de Antel y ahora hace que la empresa pública aporte más dinero a Rentas Generales que antes, Movistar tiene exonerado el pago del Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas, lo que priva al Estado de una ganancia de 1.211 millones de dólares anuales. “Beneficiamos a una multinacional y matamos a una estatal”, graficó. Sobre Claro dijo que no tenía conocimiento de que hubiera algún tipo de exoneración fiscal.
El cronograma de movilizaciones del PIT-CNT incluye una serie de “desembarcos” en plazas del 2 al 6 de noviembre, un paro general parcial el 12 de noviembre con movilización incluida y la cereza de la torta: una correcaminata de seis kilómetros cuya distancia no es casual, ya que será la 6K “por la educación pública”.