Al cierre del Foro sobre Bioenergía que la Cámara de Comercio e Industria Uruguayo-Alemana organizó ayer, el vicepresidente Raúl Sendic se refirió a la coyuntura actual de los precios del petróleo y los “riesgos” que tiene para un país como el nuestro. Durante la jornada, autoridades de la Dirección Nacional de Energía anunciaron que se está estudiando la posibilidad de promover la producción de biogás en tambos y criaderos de cerdos.

La Política Energética Nacional alcanzada en 2010 con el consenso de los cuatro partidos con representación parlamentaria (Independiente, Colorado, Nacional y Frente Amplio) marcó un objetivo a 2015 -que 50% de la producción de energía provenga de fuentes renovables-, con las correspondientes promociones, que hizo despegar las inversiones de privados.

El rumbo estaba marcado por otros países, más desarrollados, que ya vislumbraban el fin del petróleo como recurso y la gravedad del impacto del cambio climático. Uruguay no sólo lo siguió, sino que además se convirtió en pocos años en el país con más inversiones en fuentes renovables en relación con su Producto Interno Bruto en Latinoamérica y alcanzó los primeros escalones en los podios que abarcan a países de todo el mundo.

Mientras que entre 2001 y 2006 63% de la energía eléctrica consumida se importaba, hoy la matriz de abastecimiento se conforma 55% por fuentes locales renovables: biocalor (15%), hidroenergía (14%), biomasa (10%), eólica (7%), bioelectricidad (5%), agrocombustibles (3%) y solar (1%). Así lo explicó ayer el director responsable de Energías Renovables del Ministerio de Industria, Energía y Minería, Wilson Sierra.

Por su parte, la asesora de la Dirección Nacional de Energía, María José González, encargada de la coordinación del proyecto BioValor, una iniciativa presentada por el gobierno en noviembre de 2014 para la promoción de la transformación de residuos industriales en bioenergía, amplió sobre las novedades. Actualmente, el gobierno se está concentrando en los tambos y criaderos de cerdos, que se identificaron como “los más eficientes”. No obstante, aún se está analizando si la actividad es “viable para el tamaño y las características de la industria local”.

Al cierre del evento, Sendic lamentó no tener “ahora tiempo para estos temas”, que “no sólo son apasionantes, sino también estratégicos para países como el nuestro”. Consideró que en cuanto a producción energética estamos “en un momento complejo”, porque, si bien “la caída importante del precio del petróleo parece una buena noticia a primera vista, cuando llega a los niveles que ha llegado se convierte en un elemento peligroso para países como el nuestro, y para el conjunto de Latinoamérica”.

Consideró, por un lado, que la coyuntura de precios actuales “puede llegar a disimular” que el petróleo es un recurso finito y el hecho de que el “stock de reservas va cayendo anualmente entre un 6% y 10%”. En este sentido, afirmó que sería “tomar el camino equivocado” si “nos dejamos llevar por estos precios, que desalientan el esfuerzo y por ende la inversión en fuentes alternativas al petróleo”. “Si perdemos la brújula entusiasmados por los precios de la coyuntura del momento, estamos dándoles un golpe estratégico a las posibilidades de desarrollo del país”, agregó.