Las declaraciones del canciller Rodolfo Nin Novoa sobre la posibilidad de que Uruguay respalde la conformación de una coalición militar para enfrentar a Estado Islámico (EI) desde su sillón en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas sigue levantando polvareda. Ayer, varios embajadores y cónsules del servicio diplomático se mostraron preocupados por la eventualidad de que sus representaciones sean víctimas de algún tipo de atentado terrorista. Pero fue el cónsul honorario de Uruguay en Toulouse, Julio Navarro, quien se lo comunicó directamente al canciller. Según informó El Espectador, Navarro viajó ayer especialmente a París para participar en la recepción que ofreció el embajador uruguayo en Francia, Guillermo Dighiero. Navarro, que comentó a El Espectador que en Toulouse “aún se respira el aire de terror que dejó el atentado de 2012 contra una escuela judía”, conversó con Nin sobre la necesidad de aumentar las medidas de seguridad.

Durante la recepción en París, el canciller le transmitió tranquilidad por lo que le pueda llegar a pasar. “Acá están bien protegidos”, sostuvo Nin, confiado en la protección del gobierno francés al servicio diplomático uruguayo. El martes, los ministerios de Interior y Defensa Nacional decidieron encender la alerta ante el riesgo de posibles ataques jihadistas. En reserva, fuentes de ambos ministerios plantearon a la diaria su molestia por el hecho de que estas declaraciones “exponen” al país a “un riesgo innecesario”.