El presidente Tabaré Vázquez será interrogado por exhorto como testigo en la causa que investiga la muerte de uno de los denominados “rehenes” de la dictadura, el tupamaro Adolfo Wasem Alaniz, acaecida el 17 de noviembre de 1984. Wasem permaneció detenido en distintas unidades militares desde 1972, y fue sometido a torturas y condiciones extremas durante toda su reclusión. En 1981 fue operado de un tumor maligno y debía seguir tratamientos que “le fueron proporcionados en forma absolutamente discontinuada y en régimen infrahumano de reclusión”, según consta en la ficha del expediente que registra el Observatorio Luz Ibarburu. Permaneció desde abril de 1984 internado en el Hospital Militar “en una sala-calabozo y completamente aislado” hasta el día de su muerte. La investigación, iniciada por la denuncia presentada en 2012 por Adolfo Wasem (hijo) y Sonia Mosquera, intenta determinar el efecto que tuvo la falta de atención, la tortura y el no cumplimiento de los tratamientos en el desenlace de la enfermedad, así como las responsabilidades en el hecho.

Vázquez será convocado a responder preguntas de la fiscal del caso por exhorto, es decir por escrito, tal como lo resolviera el juez penal de 3º Turno, Gustavo Iribarren, a cargo del proceso. En la documentación solicitada por la fiscalía sobre Wasem, contenida en la Investigación histórica sobre asesinados políticos por responsabilidad y/o aquiescencia del Estado (1973-1985), realizada por técnicos de la Universidad de la República (Udelar) en convenio con Presidencia de la República para la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente, hay fichas que registran los dictámenes y prescripciones que recibió el detenido por parte de los médicos que lo atendieron, entre las que figuran dos de 1981; en una aparece el nombre de Vázquez y en otra su firma.

Allegados al presidente aclararon a la diaria que si bien Vázquez atendió a Wasem, no lo hizo en el Hospital Militar, en el que no se desempeñó, sino en el ámbito clínico del Instituto Nacional del Cáncer, en donde atendía pacientes derivados de Sanidad Militar, así como de otras instituciones de asistencia médica. Por esta razón el presidente es citado en calidad de testigo, mientras que otros médicos que también fueron citados por la misma causa, y que aparecen en los archivos, declararán en calidad de indagados, ya que se desempeñaban en la época como médicos asimilados a grado militar.

la diaria pudo comprobar que en la investigación antedicha, en los rollos microfilmados del Ministerio de Defensa Nacional hallados en 2007 en una vivienda de la ex calle Dante esquina República, que fueron posteriormente digitalizados por el equipo de investigadores de la Udelar, hay varias carpetas sobre presos políticos de la dictadura donde constan las historias clínicas de cada uno, incluyendo los informes del Hospital Militar. En ese archivo, que es público, en la carpeta correspondiente a Wasem, en la foja 184, con fecha 2 de octubre de 1981, figura un informe firmado por el doctor Tabaré Vázquez, dirigido al doctor Glausius, en el que se da cuenta del “tratamiento radiante” del enfermo y “las etapas realizadas”, describiendo los pasos seguidos y sus resultados. Sobre el final del informe, Vázquez escribe que “en el examen clínico del día de hoy” comprueba “turgencia en la zona indicada pero sin configurar tumoración” y “dolor” en un lugar que figura como “ilegible”, “sobre todo a nivel D10-D12”. Enseguida está la firma del ahora presidente. La foja 187, fechada el 24 de setiembre de 1981 a las 12.30, registra una nota que dice: “Hospital Central de las Fuerzas Armadas, Departamento de Estadísticas y Registros Médicos, Clínica Celdario Dets 10. Dr. Vázquez. Pedido de consulta a la clínica oncológica. Motivo de la consulta. Paciente de 35 años operado hace 3 meses por hemangiopericitoma de cuello reingresa para nueva serie de Telecobaltoterapia”. Debajo, figura la firma de un alférez médico.

Éstas son las dos fojas en las que se basa la fiscal para pedir el testimonio de Vázquez. En ninguna figura que haya atendido a Wasem en el Hospital Militar y tampoco, como lo hacen los doctores que firman los demás registros, utiliza un grado militar como médico asimilado. Las fuentes cercanas a Vázquez indicaron que si bien el oficio judicial no le llegó aún al presidente, “no hay duda” de que responderá “como corresponde” las preguntas de la fiscalía sobre el caso.