Las renuncias del subsecretario y el director nacional de Educación del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), Fernando Filgueira y Juan Pedro Mir, respectivamente, siguen en el centro del debate público. Como informó la diaria ayer, Rosita Inés Angelo es la nueva directora nacional de Educación y sucederá a Mir. Así lo confirmó Raúl Sendic, presidente en ejercicio durante el viaje de Tabaré Vázquez a Europa y Japón. Sendic también se refirió a las renuncias en el MEC y coincidió con la ministra María Julia Muñoz en que “nadie es imprescindible”, pero agregó que el gobierno “lo siente mucho”, e incluyó explícitamente a la titular del MEC.
Sendic aclaró que el gobierno seguirá adelante con “el plan de transformación de la educación” propuesto, “reconociendo” lo que los jerarcas salientes han hecho. Dijo que respeta las renuncias, y en el caso particular de Mir, puntualizó que “se necesita un compromiso muy importante con un cambio sustancial, que por sus propias declaraciones evidenció que no considera o por lo menos no está en condiciones de abordar”.
Muñoz concurrió ayer a la Comisión de Presupuesto del Senado para exponer sobre el mensaje presupuestal del MEC. Al salir, la ministra reiteró a la prensa que considera que “el país no pierde nada” con las renuncias, y también dijo que el presupuesto mediante el cual se implementarán las transformaciones es el de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). “Acá no hay pérdidas, todo es ganancia para la gente, cuando se implemente el Presupuesto y se implementen los trabajos que están en marcha”, agregó. Muñoz también dijo que Filgueira “aportó al Congreso del Frente Amplio como muchos otros docentes y personas que trabajan en la educación”, y que por sí solo no definió las políticas del gobierno. “Nadie se muda de país, ni deja de aportar, ni tenemos dificultades en las relaciones personales. No se ha perdido nada, las personas ocuparán distintos lugares en el aporte a la enseñanza”, remató la jerarca.
Repercute
La interna socialista a la que pertenece Filgueira también continuó debatiendo el rol del subsecretario, que renunciará cuando se designe a su sucesor, una vez que Vázquez vuelva al país. Daniel Arbulo, integrante del sector y coordinador de Economía Social y Solidaria de la Intendencia de Montevideo, salió al cruce del diputado Roberto Chiazzaro en Twitter, que vinculó a Filgueira con la reforma educativa impulsada por Germán Rama en la década de los 90. Consultado por la diaria, Arbulo dijo que tiene la impresión de que “algunos compañeros le están pegando en el piso” a Filgueira, y pidió “levantar el debate y no embarrar la cancha”.
El tema tampoco pasó desapercibido para los sindicatos de la educación, que fueron señalados por actores políticos, como el integrante del Frente Liber Seregni (FLS) Esteban Valenti, de ser quienes “festejan” después del alejamiento de los jerarcas del MEC. En declaraciones a Subrayado, el referente de la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza del Uruguay José Olivera dijo que “hay un conjunto de mercenarios, empresarios que son asesores del presidente de la República, que montan estas campañas porque sus estrategias les salen mal”, y nombró a Valenti como uno de ellos. Olivera los llamó a “hacerse responsables de las cosas que han hecho; entre ellas, llevar a sus grupos políticos al caos que tienen hoy”, y se refirió explícitamente al FLS.
Olivera consideró que las renuncias fueron la “crónica de una muerte anunciada”, porque Mir y Filgueira “pensaban hacer su reforma, imponerla vía Presupuesto, o que el Consejo Directivo Central de la ANEP la aceptara y la incluyera en el Presupuesto”. El dirigente sindical dijo que hubo “un enfrentamiento muy grande” entre el MEC y la ANEP y que, “además de concepciones distintas”, también había “estilos políticos distintos”. Olivera sostuvo que Filgueira “fue un hombre al servicio de Rama y de allí tomó algunos elementos básicos de su propuesta de reforma educativa, pero también de la forma política de hacerlo”, y concluyó que eso “chocaba con la concepción autonómica de la ANEP” que defienden los sindicatos.
Genético
Después de varios meses sin dar ningún tipo de declaraciones a la prensa, en setiembre, cuando pasó el pico más conflictivo con los sindicatos, Filgueira dio una serie de entrevistas en las que salió a explicar la “transformación de ADN” que el gobierno pretende impulsar. En una que concedió al programa No toquen nada, el jerarca se refirió a varios términos que generaban “resistencias”, hoy se sabe que desde la ANEP. Uno de ellos fue el del marco curricular común de tres a 14 años, que según el jerarca incluye la identificación de perfiles de egreso por ciclo en tercero y sexto de escuela y tercer año de la educación media. En esos perfiles se incluyen habilidades, capacidades y conocimientos, mientras que evitó referirse al término “competencias”, porque, según dijo, también genera resistencias y hay quienes prefieren hablar de “macrohabilidades cognitivas”.
El subsecretario aclaró que con el marco curricular común no está previsto que los currículos dejen de existir ni sean modificados, sino que se generan orientaciones estratégicas sobre lo que se debe aprender y enseñar en cada nivel. Filgueira también destacó que esta medida posibilitaría una mejor coordinación entre Primaria, Secundaria y UTU.
Según dijeron fuentes del MEC a la diaria, las diferencias con ANEP también pasaban por temas concretos, como la retribución de los docentes que dan clase en contextos más desfavorecidos. La fuente dijo que mientras que desde el MEC se planteaba que dichos docentes deben ganar más, desde la ANEP sostenían que el salario debería ser el mismo que el del resto de los docentes.