La senadora del Frente Amplio (FA) Constanza Moreira (Casa Grande) publicó ayer una columna en la que opina que en la situación actual de restricciones “tiene sentido oponer el aumento presupuestal en seguridad o defensa con el que demandan las políticas sociales” y debatir “las dimensiones y la necesidad de las Fuerzas Armadas [FFAA]”. Moreira expresa que éstas consumen entre 2% y 3% del Producto Interno Bruto (PIB) y que el Ministerio de Defensa Nacional (MDN) “es la segunda cartera más rica del país”, después del Ministerio del Interior. “Tiene un presupuesto cinco veces mayor al de casi cualquier otro ministerio. Es un ministerio rico, no pobre, con poder, con recursos, con personal”, sostiene. La senadora añade que las FFAA son “mucho más grandes” que en los años 60, y que la dictadura las “fortaleció en funciones, recursos y poder decisorio”. “Además de haber pagado poco y mal por los crímenes de lesa humanidad -y eso es materia aparte- y poco o nada por sus delitos económicos y sus apropiaciones indebidas de bienes públicos y privados, funciones enteras del Estado quedaron bajo su órbita”, dice. Moreira advierte que el gasto en defensa de Uruguay con respecto al PIB “es superior al de Brasil, Venezuela o Argentina”, y critica al MDN por ser el único ministerio que no eleva un presupuesto “por programa” lo que impide “evaluar si hay muchos o pocos militares, o si los hay muchos en el Ejército y pocos en la Marina”. Agrega que “la tasa de efectivos per cápita en el Uruguay es de 0,71% sobre el total de población, el doble del promedio latinoamericano” y superior a la de Colombia, “que es de las más altas del mundo”, por lo que “nadie en su sano juicio puede afirmar que el número de efectivos militares en Uruguay es escaso”. Propone que si las FFAA quieren pagar mejor a los efectivos, deberán renunciar “a cubrir vacantes” y comprometerse a redistribuir “gastos entre las armas” y a “reestructurar la carrera funcional”.