La Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (URSEA) difundió en un comunicado que, según los análisis del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (Latu) sobre las muestras tomadas el 6 de octubre de la red de distribución de agua potable de la ciudad de Paysandú, los parámetros del agua son normales. La Facultad de Química tomó tres muestras de agua de la red de la capital sanducera y se analizó la presencia de compuestos “derivados del derrame de combustible: benceno, tolueno, xilenos, etilbenceno, monoclorobenceno, 1.2 diclorobenceno y 1.4 diclorobenceno”, y según asegura la URSEA, los resultados presentaron valores “muy por debajo de los máximos permitidos establecidos en el decreto 375/2011”.

En la madrugada del 2 de octubre, mientras se descargaba combustible en la boya marítima de ANCAP en Paysandú, hubo un accidente que generó un derrame de al menos 100.000 litros de gasoil en el río Uruguay. El evento afectó el agua potable, porque a un kilómetro de la boya se encuentra la toma de agua de la planta potabilizadora de OSE. Varias horas más tarde, sobre las 18.00 y ante la denuncia de varios usuarios, por mal olor y gusto, se le comunicó a OSE que había ocurrido el derrame, y entonces se pusieron en marcha las medidas de mitigación, lo que implicó que por 24 horas los habitantes de Paysandú no pudieran acceder al agua por la red de distribución. La ministra de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Eneida de León, marcó que “OSE se enteró tarde” y que es necesario “revisar los protocolos”.

Los ediles nacionalistas de Paysandú promovieron una moción en la Junta Departamental para que OSE reintegre a los usuarios el dinero perdido por haber tenido que consumir agua mineral durante el día en que el servicio no estaba apto. Pero, según publicó El Telégrafo, los ediles del Frente Amplio no la acompañaron.