El Comité de Política Monetaria se reunió ayer para analizar el contexto macroeconómico y evaluar la marcha de la política monetaria. Los riesgos tomados en cuenta fueron la desaceleración de las economías emergentes y la de Brasil, particularmente, ante lo que “se mantiene la necesidad de balancear equilibradamente los diversos objetivos que contribuyen a la estabilidad macroeconómica”. Como conclusión, se mantuvo la tónica contractiva de la política monetaria, con la intención de que el crecimiento de los medios de pago (efectivo en la calle, depósitos a la vista y las cajas de ahorro del público en el sistema bancario) en el último trimestre del año se ubique entre 7% y 9%, teniendo en cuenta que en el tercero aumentaron 7,2%.