El Consejo de Salarios del sector del transporte arribó a un preacuerdo que deberá ser ratificado por las asambleas de los distintos sindicatos, lo que permitirá que se traduzca en la firma de un nuevo acuerdo, en un rubro importante del sector servicios y sin que se haya generado conflictividad. Hoy se volverá a reunir el ámbito tripartito para continuar avanzando. El secretario general de la Asociación Sindical de Cooperativistas y Obreros del Transporte (ASCOT), Jorge Acosta, informó que se logró que la corrección de los salarios con respecto a la inflación sea a los 18 meses de la firma del convenio y no a los 24, como plantean las pautas del Poder Ejecutivo, y que el acuerdo dure 30 meses y no 36.

Además, se conformará una comisión para estudiar la situación del transporte a los 18 y a los 30 meses, con el fin de determinar un crecimiento salarial de 1% “si el transporte creció”, o, de lo contrario, “si hay dificultades, analizar la forma de que no se pierdan puestos de trabajo”. Ese ámbito estará integrado por representantes de las empresas, de la Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte y de la Intendencia de Montevideo (IM). El acuerdo alcanza al transporte urbano y al suburbano. El dirigente del sindicato, que nuclea a unos 150 trabajadores y alrededor de 1.400 socios de la Cooperativa de Obreros y Empleados del Transporte Colectivo (COETC), de la Unión Cooperativa Obrera del Transporte (UCOT) y de Rápido Internacional Cooperativo (Raincoop), dijo que “por encima” de todos los planteos salariales está “la estabilidad laboral”. “Vamos a tener que buscar la forma de hacernos cargo de mantener los puestos de trabajo de todos los trabajadores y que nadie quede afuera”, afirmó. Acosta se refirió a la delicada situación de dos empresas, Raincoop y la Compañía de Ómnibus de Pando Sociedad Anónima (COPSA), ambas con personal en el seguro de paro.

Según Acosta, la asamblea de socios de Raincoop facultó a una comisión de la cooperativa a establecer negociaciones con Transportistas Unidos de Pasajeros Capital e Interior, que integran la propia Raincoop, COETC, UCOT y la Corporación de Ómnibus Micro Este SA (COME), con el fin de encontrar una solución al futuro de la empresa, que “está en una situación complicada”. Sin embargo, en una nota sobre el tema publicada en Brecha el 9 de octubre, Raffaele Pascale, de Raincoop, dijo que la empresa está “al día” con los proveedores y cumpliendo con todos los servicios. Pero ASCOT sostiene que la solución pasa por “fusionar todas las cooperativas del transporte y llegar a una sola”, con el fin de “mantener mejor el sistema, conservar el mercado cooperativo y evitar que se transforme en un monopolio de las sociedades anónimas”, expresó Acosta. El dirigente puso como ejemplo las absorciones de la Cooperativa Unión de Transporte del Uruguay por parte de UCOT y de la Cooperativa Obrera de Transporte por parte de COETC, que permitieron a las empresas urbanas incorporar servicios suburbanos y fortalecerse. En opinión de Acosta, las dificultades para que se dé esta “fusión” radican en que la paramétrica que determina el precio del boleto “reduce las ganancias a cero”, por lo que los socios de algunas cooperativas se resisten a arriesgarse a salvar a las que están en una situación comprometida. Sin embargo, dijo que ASCOT está “tratando de que la gente entienda que el camino de mantener fuerte el sistema cooperativo es hacer todo en común. Abaratar costos y mantener el 30% del mercado que se tiene”. Según Brecha, ésta no es la opción que maneja la IM: por el contrario, la comuna buscaría distribuir las líneas de Raincoop entre todas las empresas del sistema.

Raincoop también entabló conversaciones con COME, y la dificultad que surgiría en caso de una absorción por parte de esta empresa tiene que ver con el personal femenino de los coches, ya que Raincoop tiene mujeres conduciendo, cobrando o haciendo ambas cosas a la vez, mientras que COME rechaza su contratación. Acosta reconoció que se trata de una política de esa empresa y dijo que en el Consejo de Salarios los trabajadores plantearon que “no puede existir esta discriminación en el momento del ingreso”. Tampoco trabajan mujeres en los coches de las suburbanas COPSA, Casanova y en Solfy SA, que fue absorbida por COME hace un par de años.

La responsable de la Secretaría de la Mujer de la IM, Patricia González, explicó que una empresa puede decidir no incorporar a una parte de la plantilla de otra, pero no puede hacer esa selección por cuestiones de género. “Eso iría en contra de normativas internacionales y nacionales en materia de género”, agregó. Consultada sobre la posibilidad de que la IM imponga condiciones en la concesión de líneas a COME, la jerarca dijo que no conoce que haya denuncias sobre esa situación, que habiliten la intervención de las autoridades. Agregó que lo que hay que hacer en el ámbito privado es establecer cláusulas de género en los convenios colectivos, y que los sindicatos deben encargarse de defender su cumplimiento.