Graciela Iturbide se ha convertido en una fotógrafa referente de toda Latinoamérica. A lo largo de cuatro décadas, la mexicana ha ido constituyendo una obra intensa y profundamente singular, fundamental para comprender la evolución que ha tenido la fotografía en México y en el resto de la región. Entre lo documental y lo poético, su singularísima mirada integra lo vivido y lo imaginado en una compleja trama que abarca referencias históricas, sociales y culturales. Hoy a las 19.00, en el Museo de Arte Precolombino e Indígena (MAPI) -y por iniciativa de la Embajada de México-, se inaugura la exposición Espejo de luz, que incluye una selección de fotografías de Iturbide pertenecientes a distintas series y épocas. De la selección se destacan sus célebres retratos de la etnia Seri, que habita el desierto de Sonora (entre los que se encuentra uno de sus mejores retratos, Mujer ángel), los de mujeres de la comunidad indígena Juchitán, y un fascinante díptico de pájaros que copan el cielo, y que pertenece a uno de los proyectos en los que lleva años trabajando.
Universo visual
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