Tabaré Vázquez está terminando su visita en Francia; antes de partir hacia Japón, hoy visitará la Academia de Ciencias de París y dará una ponencia. Ayer, en una conferencia de prensa con medios uruguayos, destacó entre los siete acuerdos bilaterales firmados el acercamiento entre el Institut Pasteur de París y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria.
Además se refirió a la construcción de la planta regasificadora, que involucra a los dos países destino de la gira: la empresa encargada de la construcción del barco regasificador, que Vázquez visitará esta semana, es japonesa, y el consorcio GNLS, que se retiró del proyecto, estaba integrado por la francesa GDF Suez y la japonesa Marubeni.
Vázquez explicó que por el contrato Uruguay “no tiene la obligación, tiene la opción de poder quedarse con el barco”, y que antes de resolver al respecto, se estudiará la situación energética y el proyecto de la planta. Afirmó que la situación energética del país “cambió mucho” desde cuando se diseñó el modelo de la planta regasificadora, por dos elementos: “En aquel momento no había una certificación de existencia de gas y petróleo en el territorio nacional, y además surgieron otras fuentes de energía”. “Hoy Uruguay prácticamente no tiene que prender sus usinas generadoras de energía con petróleo, y no estamos permanentemente mirando al cielo esperando que llueva”, resumió.
Según declaraciones que recogió El Espectador, Vázquez explicó que lo que se está evaluando es “si continuamos con el mismo proyecto o continuamos con un proyecto más reducido, si necesitamos un barco de tal calibre o, de repente, con un regasificador más pequeño, lo podemos arreglar para las necesidades de Uruguay”. El presidente también introdujo otro aspecto: la posibilidad, o no, de vender el excedente. El ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, informó que el barco tiene una capacidad para regasificar diez millones de metros cúbicos de gas licuado, y el consumo interno de Uruguay requiere 300.000 metros cúbicos. “Si estuviéramos seguros de que los vecinos nos comprarán el gas que sobre hacemos una planta bien grande, pero no es seguro”, reconoció Vázquez.