Al igual que la plaza Independencia, la explanada de la Intendencia de Montevideo (IM) suele ser un lugar que recibe a los más variopintos grupos de manifestantes. Esta tarde, un conjunto de personas acompañadas con sus perros escribirán una nueva página en ese heterogéneo historial.

Aunque es difícil que todos los confirmados se apersonen en el evento convocado mediante Facebook, ayer, al cierre de la edición de la diaria, más de 1.000 personas ya habían afirmado que asistirían hoy a las 19.00 a la explanada de la comuna capitalina para protestar contra la reglamentación sobre la tenencia responsable de perros, que la IM comenzó a fiscalizar hace pocos días. Los manifestantes tendrán la posibilidad de asistir acompañados con sus mascotas, aunque se pide llevar “solamente” un perro por persona y que el can tenga “temperamento tranquilo y dócil”, ya que “es vital que no haya incidentes”.

La molestia de los manifestantes se debe a que la IM comenzó a fiscalizar el cumplimiento del decreto departamental 31.007, que regula la tenencia responsable de mascotas y establece sanciones para quienes no cumplan con sus disposiciones. Allí se determina, por ejemplo, que el dueño del animal que circule sin correa será sancionado con tres unidades reajustables (2.502 pesos), que quien no retire los residuos o materias de sus mascotas deberá pagar dos unidades reajustables (1.668 pesos) y quien no le coloque un bozal a su perro tendrá que abonar 2.502 pesos. Si bien el decreto data de 2004, la IM comenzó a fiscalizar el cumplimiento de esta norma muy recientemente: el lunes 9 de noviembre, luego de haber llevado adelante una campaña de “tenencia responsable de animales”, explicó el prosecretario de la comuna, Christian di Candia. “Desde julio constatamos que hay una demanda creciente respecto de los perros sueltos y la materia fecal en la vía pública”, dijo el jerarca, ilustrando que esta situación adquiere su mayor expresión en los municipios B, C y Ch.

La obligatoriedad del uso de bozal es justamente el punto más rechazado por los organizadores de la convocatoria de hoy, al punto de que la etiqueta #noalbozal ya circula ampliamente en las redes sociales, así como una emulación del colibrí utilizado durante la campaña en contra de la baja de la edad de imputabilidad penal, pero esta vez con forma de canino. “Ser perro no es delito” es el texto que acompaña esta imagen. En la convocatoria a la marcha se sostiene que la medida atenta “contra el bienestar y la tenencia responsable del can”, debido a que “existen razas que por su morfología poseen problemas respiratorios” o que “regulan su temperatura jadeando”, por lo que el bozal no les permitiría cumplir estas funciones. También se argumenta que la boca para el perro “es como las manos para nosotros. Interactúan entre sí utilizando su boca, juegan utilizando su boca, exploran utilizando su hocico”.

Si bien está establecido que la exigencia de este elemento es para los perros que superen un peso de 25 kilogramos, Di Candia dijo que lo que se tiene en cuenta es “la situación de peligro concreto que pueda generarse con el animal en el espacio público; no se está aplicando a rajatabla lo de los 25 kilos, sólo si hay una actitud potencialmente peligrosa del animal”.

La prohibición de que los perros puedan circular libremente en los espacios públicos también es cuestionada por los manifestantes. En la convocatoria se fundamenta que “la necesidad de recreación y gasto de energía es imprescindible para el equilibrio mental del perro”, y su impedimento de realizarlo “provocará un desequilibrio de conducta en muchos perros de la población, generando esto problemáticas no sólo a nivel de comunidad, sino a nivel de relación perro-dueño”. “Se fomentará la existencia de perros problemáticos e incluso peligrosos”, se advierte. También se destaca que “la necesidad de socialización con sus congéneres también resulta vital para el equilibrio mental del perro”.

Para paliar este reclamo es que la IM prevé destinar específicamente algunos espacios públicos para la circulación libre de los canes. Di Candia explicó que se prevé que en cada plaza haya espacios específicos para perros, dado que el único lugar público destinado a tales fines actualmente se encuentra en el Parque Batlle. “Estamos trabajando con los alcaldes para generar una cantidad suficiente de espacios para que la persona que tenga que pasear a su perro con correa sepa que más cerca de su casa va a tener una, dos o tres opciones en su municipio para que su mascota pueda andar libremente”. El Municipio B y el Ch ya entregaron sus propuestas de espacios públicos, entre los que se encuentran las canteras del Parque Rodó, las inmediaciones del Palacio Legislativo, el Espacio Atenas (Ejido y rambla República Argentina) y en la rambla Wilson y Bulevar Artigas. La decisión está a estudio de la comuna capitalina.

Di Candia explicó que la ejecución de las multas a los dueños de los canes no es automática. Lo que se produce cuando existe una infracción es un “acta de constatación de falta. Luego, el vecino tiene un plazo de días para efectuar los descargos”. Di Candia explicó que en todo el proceso no es necesario contar con un abogado.