Los representantes de la empresa Uber y sus asesores no dejaron una buena impresión en el Parlamento. Ayer asistieron a la comisión de Transporte, Comunicaciones y Obras Públicas de la Cámara de Representantes Hugo Rodríguez, gerente de Políticas Públicas de Uber para América Latina; Improfit, que los asesora en materia de comunicación; y Guyer & Regules, que ejerce la asesoría legal. Presentaron la aplicación y explicaron que están trabajando en varias ciudades del mundo, como un “complemento” del sistema de transporte convencional. Sostuvieron que nunca se negaron a negociar con la Intendencia de Montevideo, pero que salieron a la calle de todos modos para estimular el surgimiento de una regulación “moderna” que contemple el desarrollo de las nuevas tecnologías. Varios legisladores les preguntaron si tenían trabajadores dependientes, y Uber sostiene que no se trata de una relación de subordinación. Se les inquirió por qué, entonces, tienen la potestad de dar de baja del sistema a los conductores, y los representantes de la empresa alegaron que se trata de un sistema de puntajes, pero la explicación no convenció, dijo a la diaria el diputado frenteamplista Daniel Caggiani. El diputado nacionalista Pablo Iturralde les preguntó tres veces si los conductores hacían aportes a la seguridad social, y los representantes de la empresa contestaron que iba a depender de lo que quisiera hacer el conductor, dijo Iturralde a la diaria. “Me fui muy decepcionado. Tenían un estilo burlesco, no me pareció serio. Yo estaba 99% a favor y ahora estoy 99% en contra”, afirmó el legislador blanco.
Decepcionados
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