Para el presidente del Consejo de Sector Financiero Privado de la Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU), Elbio Monegal, la compra realizada por Scotiabank -“un banco de primera línea”- es “una buena señal” porque “habla de lo bien que está la plaza financiera local”. Por su parte, el director del Banco Central del Uruguay Washington Ribeiro dijo que a pesar de que “los procesos de adquisición o de fusión de instituciones son legítimos, llevan a una concentración que hay que mirar con atención”, ya que “en el mercado financiero, como en cualquier otro, la competencia es sana”.

Monegal también se refirió a esta “tendencia mundial, a la que Uruguay no es ajena”: “Cada vez hay menos bancos, y los que quedan son cada vez más fuertes”, sostuvo. Al salir de la crisis económico-financiera que azotó al país entre 1998 y 2002, la plaza financiera local contaba con 15 instituciones bancarias privadas; a fines de 2008 se habían reducido a 12; a fines de 2011, a 11; en 2013 eran diez y al día de hoy quedan nueve: los más grandes son Itaú, Scotiabank, Santander y BBVA, y hay otros más pequeños, como el Bandes, HSBC, Heritage, Citibank y el Banco de la Nación Argentina.

Con respecto a Discount, Ribeiro sostuvo que “es adquirido por una institución de mayor porte” y que no cree que genere “mayores repercusiones sobre el sistema en su conjunto, pero por norma general, la competencia termina beneficiando a los propios usuarios del sistema”. El dirigente del sindicato bancario afirmó que, sin embargo, esta mayor y creciente concentración no hace peligrar los beneficios de los consumidores. “Para los usuarios no hay riesgos, porque Scotiabank va a mantener la cartera de clientes que tenía Discount, así como los beneficios; es más, seguramente los amplíe”, opinó.

La ley económica que afirma que a mayor competencia, mayor calidad del servicio y menores precios para los consumidores no parece regir en el mercado bancario: según Monegal, “la realidad es que los clientes trabajan con más de un banco, y éstos son los primeros en preocuparse por mantenerlos”. Por otro lado, consideró que las repercusiones de la concentración las perciben sobre todo los trabajadores. “Que haya cada vez menos cantidad de bancos en plaza implica que cada vez hay menos gente trabajando en empleos de nivel, de calidad”, observó. Acotó que en la compra de Discount, AEBU acordó con Scotiabank la absorción de todos los trabajadores.

“Más que el hecho de que la cantidad de instituciones en el sistema financiero se ha reducido en relación con otros momentos históricos, las instituciones que hoy existen tienen una solidez y un respaldo importante, lo que da tranquilidad a la plaza en general”, observó Ribeiro. Agregó que “lo importante es que se están abriendo y diversificando otros tipos de instrumentos y mecanismos de canalización del ahorro hacia la inversión productiva, diferentes de los de la banca tradicional, como los fideicomisos y los fondos de inversión”, que contribuyen a mitigar los efectos de la concentración.