Cuadras y cuadras de trabajadores marcharon ayer desde la Intendencia de Montevideo hasta la esquina de Rincón y Misiones, en Ciudad Vieja, donde se ubica la sede de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios (CNCS). La movilización fue en el marco de un paro general parcial del PIT-CNT, el quinto desde que asumió Tabaré Vázquez, que apuntó a acelerar la firma de acuerdos en los Consejos de Salarios.
Entre los manifestantes había delegaciones de los sindicatos de la construcción, vestimenta, comercio y servicios, de la salud pública y privada, de entes estatales, judiciales, ministeriales, casinos, de la educación privada y, en menor medida, de la pública, de la bebida, del puerto, del gas, de la industria metalúrgica, del plástico, de medicamentos, molineros y curtiembres, entre muchas.
“Salud, compañeros y compañeras. Acá está el único movimiento sindical uruguayo. Acá están la unidad, la solidaridad y la lucha. Los que dicen que estamos aislados no podrán mirar para allá, a los periódicos que dicen que no tenemos contactos con las bases, ¿ustedes qué serán?”, preguntó Fernando Pereira, presidente del PIT-CNT, al abrir el acto. Sus primeras palabras apuntaron directamente a la Confederación Sindical y Gremial del Uruguay, creada la semana pasada y paralela al PIT-CNT. “No son una central sindical, son un grupo de rupturistas, exigen independencia a los demás y van a pedir instrucciones a 18 y Ejido, ahí donde está la radio”, dijo, en alusión a CX 36.
Pereira definió al PIT-CNT como “la central de la independencia” y destacó que “no vacila si le tiene que hacer cinco paros parciales a Tabaré Vázquez, pero no dice jamás que es lo mismo el gobierno progresista que los gobiernos neoliberales”. Después se metió de lleno en la región: “No es lo mismo [Mauricio] Macri, la derecha reaccionaria, que el proyecto que impulsa [Daniel] Scioli [...]. No nos es indiferente lo que pasa en Argentina, lo que pasa con Brasil, con los ataques sistemáticos a Dilma [Rousseff], lo que pasa en Venezuela, nada nos es indiferente; somos internacionalistas por convicción”, afirmó. “Somos la central en toda América Latina que más paros le ha hecho a un gobierno progresista, y hemos conquistado la negociación colectiva para 92% de los trabajadores, el número más alto de América Latina. Esto lo lograron ustedes, movilizándonos”, alentó Pereira.
Pidió al gobierno votar “una ley que de alguna manera garantice el cobro de aquellas empresas que se van y dejan a los trabajadores tirados, como en Fripur, como en Bella Unión”. “¿Será que los empresarios no pueden poner unas pocas monedas para que ese trabajador cobre su salario no pagado, sus horas extras, su salario vacacional y su despido?”, cuestionó.
Antes de que la marcha llegara al estrado hubo una intervención en reclamo del presupuesto para la educación: un círculo de carteles -que describían situaciones como “29 alumnos por clase” y “bajos salarios” o “exoneraciones impositivas” y que remataban con la frase “cambiar el ADN”- rodeaban a un maniquí-niño vestido de escolar y a un hombre disfrazado de burro con un escudo que decía “Republicana”, que le pegaba. Pereira defendió que se le destine 6% del Producto Interno Bruto a la educación. “Cada vez estamos más convencidos de que hay que construir una ley que contemple modificaciones tributarias”, dijo, y pidió “más impuestos a los más fuertes para que la educación tenga recursos”. Expresó que no se puede dejar que se vote en silencio el artículo 710 de la ley de Presupuesto, “que plantea que si se le gana un juicio laboral al Estado, el Estado va a determinar en la siguiente Rendición de Cuentas cómo y cuándo lo va a pagar. Sólo con los trabajadores. Yo creo que es ilegal, pero sobre todo es antipolítico”, indicó.
Es para vos
Pereira cuestionó a Gustavo Licandro, vicepresidente de la CNCS, quien opinó que sería mejor que no hubiera Consejos de Salarios. Saludó que desde el estrado no se pudiera ver dónde terminaba la movilización y expresó: “Hemos logrado penetrar nuestra afiliación sindical en los supermercados, en los shoppings, en las casas de familia, en la propia Policía; hemos entrado en cada lugar y en cada taller. Antes éramos 120.000 y hoy somos 410.000. Cómo no van a ser más grandes nuestros paros, cómo no van a ser más grandes nuestras demandas”.
También Marcelo Abdala, secretario general del PIT-CNT, cuestionó a la CNCS. Acusó que durante la dictadura las cámaras empresariales “aplaudieron esa movida del imperialismo” y que en ese período los salarios de los uruguayos se redujeron a la mitad. Preguntó cómo es posible acusar a los Consejos de Salarios de causar el desempleo o la ausencia de inversiones siendo que en el período de 1990 a 2005, cuando no hubo negociación colectiva, “la inversión, en la mejor de las hipótesis llegó a ser 1% de la riqueza nacional, mientras que entre 2005 y 2014, con pleno funcionamiento de los Consejos de Salarios, la inversión llegó a 6% y 7% de la riqueza nacional”, y el desempleo, que llegó a 20% en 2002, está en el entorno de 6%.
Abdala acusó que las clases dominantes, la derecha y el imperialismo estadounidense “tratarán de frenar los avances de las luchas de nuestros pueblos”. Y entonces se dirigió al secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, que el martes cuestionó las garantías del proceso eleccionario en Venezuela. “Estimado Almagro, que defendía las cuestiones de la unidad de América Latina frente al imperialismo cuando jugó bien de canciller, ahora porque está en la OEA [...] no se maree con los vientos del imperialismo que quieren dividir la transformación continental”, dijo Abdala, y aclarando que “defendemos a la democracia hasta sus últimas consecuencias”, remató diciendo: “Viva la revolución bolivariana”.
El dirigente también insistió en gravar más al capital para mejorar la salud y la educación pública. “Después de décadas de desinversión, no se les puede pegar como se les está pegando a nuestras empresas públicas: UTE, Antel, OSE, el Correo, ANCAP -particularmente ANCAP- ,porque éstas deben ser un factor de desarrollo productivo para invertir en momentos de desa- celeración, estableciendo políticas contracíclicas”, indicó.
Abdala reclamó la mejora del salario de los trabajadores y expresó su optimismo respecto de que en noviembre se puedan cerrar los Consejos de Salarios con acuerdos. Criticó que las patronales “se recuestan a los criterios del Poder Ejecutivo y esperan la ocasión” para que paute el Ejecutivo, pero adelantó que “ya hay muestras, en algunas ramas, de que estamos logrando señales de flexibilización de los criterios del Poder Ejecutivo”.
Otro de los mensajes de la central sindical fue el apoyo a la creación de una ley de empleo para personas con discapacidad, cuyo proyecto se está discutiendo en la Cámara de Diputados; esto se llevó uno de los aplausos más largos.