“Si no hay avances en la negociación colectiva, continuaremos con la medidas”, advirtió Juan Arellano, delegado de la Coordinadora del Inter, que reúne a los trabajadores de las áreas Interdepartamental, Departamental interurbano, Urbano del interior, Internacional y Turismo en la Unión Nacional de Obreros y Trabajadores del Transporte (UNOTT), que el viernes realizaron un paro de 24 horas.

El dirigente dijo que la medida se decidió porque en el ámbito del Consejo de Salarios del sector, la Asociación Nacional de Empresas de Transporte Carretero por Autobús (Anetra) presentó una propuesta salarial con pautas “por debajo” de las que recomendó el Poder Ejecutivo. Arellano explicó que negocian en una bipartita desde hace 60 días y que en ese ámbito el sindicato presentó varias “reformas” al convenio colectivo, “algunas que involucran dinero, otras que no”. Sin embargo, el martes 27 la Anetra devolvió un documento “que no soluciona nada”.

El paro del viernes, que tuvo un acatamiento de casi 100% de los trabajadores, afectó todos los servicios interdepartamentales e internacionales, y las empresas debieron reprogramar las salidas que se acumularon el sábado.

Arellano mencionó que “la intervención” del titular de la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra), Juan Castillo, y de la subdirectora de ese organismo, Cristina Fernández, “destrabó la falta de diálogo” entre las partes. Los jerarcas se reunieron durante el fin de semana con representantes de Anetra y mañana lo harán con el sindicato. “El futuro del conflicto dependerá de los avances que haya esta semana. Con la negociación en cero, tendremos que valorar cómo viene la mano y tendremos que empezar a movilizarnos con retraso de turnos o, llegado el momento, con otro paro de 24 horas”, expresó. Fernández se desempeñó como gerenta de la empresa CITA, por lo que conoce el sector.

El dirigente sindical explicó que en materia salarial pretenden “mejorar las pautas”, porque consideran que “no es un sector en riesgo”. “Es un sector potente y no está en las mismas condiciones que el urbano y el suburbano”, agregó. También quieren cambiar la forma de pago de las empresas, ya que “pagan por kilómetro”, pero no abonan las horas de espera después de los 105 kilómetros. “Antes de los 105 kilómetros te pagan las esperas, pero después no. Es decir que si vas a Paysandú, por ejemplo, y no tenés un turno con retorno, te tenés que quedar 12, 24 o 36 horas, y no cobrás nada por eso”, expresó.

El otro reclamo importante consiste en mejorar las condiciones de los lugares donde choferes y guardas tienen que pernoctar. “Hay empresas que tienen las casas dentro de los galpones que usan como talleres, y muchos trabajadores tienen que dormir en condiciones deplorables. Hay excursiones en las que los choferes duermen en la bodega o arriba del ómnibus. Hay que empezar a mirar la seguridad de los profesionales que manejan. La gente se cree que todo está precioso porque andamos con las camisitas blancas, pero hay cosas que están muy mal, y hay que empezar a cambiarlas”, concluyó Arellano.