Uruguay volvió a entrar en el Libro Guinness de los récords como el país en donde se hizo la torta frita más grande del mundo, que fue elaborada ayer durante la Fiesta de la Torta Frita y el Mate de Durazno. “Con esto conseguimos arrebatarles el récord a los argentinos, que se habían puesto a la cabeza con la que hicieron en Mercedes, provincia de Buenos Aires. Este tipo de hitos sirve para que las personas del interior escapemos por unos instantes de la angustia existencial que nos aborda los domingos de tardecita, y podamos así mantener a raya el índice de suicidios”, aseguró uno de los organizadores del evento. La torta frita en cuestión midió 3,63 metros y para elaborarla se utilizaron 120 kilos de harina y 300 kilos de grasa animal. “Es el tipo de cosas que hay que prohibir, y eventualmente identificar a los responsables y llevarlos a la Corte Internacional de Justicia La Haya”, aseguró un funcionario de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Desde el organismo consideran que “paradójicamente”, una comida con una cantidad de grasa tan grande “puede matar más gente que el hambre”. “En la OMS tomamos este hecho como una provocación y un intento de represalia por haber dicho que el consumo de carne roja es cancerígena”, aseguró el funcionario consultado, en referencia a un informe divulgado hace algunas semanas, que generó mucha resistencia en Uruguay. “Esa fiesta de la torta frita y el mate es una especie de celebración de la muerte lenta por enfermedades cardíacas y del sistema digestivo. Esto tiene que parar. La torta frita elaborada hoy [por ayer] es el error más grande del mundo en lo referido a la salud”, agregó. De todas maneras, en la OMS existe “escepticismo” acerca de las medidas que se puedan tomar para evitar este tipo de “genocidios alimenticios”. “Nosotros buscamos el apoyo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para tomar acciones enérgicas, pero ahora que Uruguay lo va a integrar no sería raro que le preste algún voto a Estados Unidos para que ejerza su poder de veto”.