Los guardavidas de Rocha aceptaron ayer el preacuerdo alcanzado con la Intendencia de Rocha y hoy firmarán un convenio para regresar a las playas mañana mismo. El acuerdo es similar al de años anteriores, aunque comienza a regir unas semanas después de lo habitual. El contrato es por 44 horas semanales, de lunes a viernes por ocho horas diarias y los sábados por cuatro, pero los 133 guardavidas trabajarán ocho horas hasta al 27 de marzo de lunes a lunes; las horas extras no se cobran y permiten que el contrato se extienda por cinco meses y medio. Se logró que se incluyera la media hora de descanso paga y una cláusula que apunta a una solución definitiva: el acuerdo prevé la instalación de un “ámbito de discusión más profunda”, convocado por los ministerios de Turismo y de Trabajo y Seguridad Social, que participaron en la negociación, para abordar “las condiciones técnicas y laborales de los servicios, en búsqueda de mejorar su calidad y eficiencia, invitando a otras dependencias de gobierno nacional, departamentales y sociales”.

La asamblea de la Asociación de Guardavidas de Rocha se llevó a cabo ayer en la ciudad de Rocha, y terminó tarde, ya que además de resolver la aprobación del preacuerdo, los guardavidas tuvieron que organizar el servicio, cubrir algunas bajas y la falta de materiales para trabajar. Los guardavidas valoraron la intervención del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT, que cuando se cortó el diálogo con la comuna propuso hacer una mediación.

El intendente de Rocha, Aníbal Pereyra, explicó a la diaria que el plan alternativo de seguridad en las playas que se había puesto en marcha ante el conflicto queda suspendido; mañana se evaluará qué resolución tomar en relación a los llamados a rescatistas y pilotos de moto de agua -para los que se habían presentado, en cada uno, diez personas, lo que no cubre el llamado de 25 puestos-, y se coordinará con la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) la búsqueda de algún “resarcimiento” a quienes se presentaron para el llamado a auxiliar de enfermería, que sí se cubrió en su totalidad.

Si bien consideró “válido” el reclamo de los guardavidas, que al comienzo de la negociación buscaban extender los contratos, el intendente sostuvo que “el pueblo de Rocha no tiene por qué subvencionar la seguridad social de trabajadores que son zafrales; las ramas que tienen esa situación se deben resolver vía ley, con un sistema de seguridad social diferente”. Pereyra considera que las intendencias “han venido asumiendo una tarea que no necesariamente les compete; al menos no únicamente”. Dijo que si bien “hay un ejemplo a seguir, que es Montevideo”, la única comuna que tiene un servicio de guardavidas contratado permanentemente, “Montevideo no es lo mismo que Rocha; por las características del departamento, Rocha no tiene cómo absorber 130 guardavidas”.

En la asamblea se reafirmó la reivindicación por la estabilidad laboral, pero destacaron que “hace meses” que no se maneja el reclamo de contar con aportes a la seguridad social durante todo el año, sino que se buscaba mejorar las condiciones del contrato. Los guardavidas saludaron que se genere un ámbito para estudiar el tema a nivel nacional y consideraron que si no se aceptaba esta propuesta era “a costa de que pasara algo”, explicaron algunos integrantes de la asociación.