Ayer se firmó el acuerdo para la puesta en marcha del Programa de Trabajo Decente en Uruguay entre la central sindical PIT-CNT, la Cámara de Industrias, la de Comercio y Servicios del Uruguay, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Dicho acuerdo estará vigente hasta 2030. Consta de seis ejes: entorno propicio para la creación y desarrollo de empresas sostenibles, desarrollo productivo y empleo, calidad del empleo y formalización laboral, protección social y seguridad y salud en el trabajo, derechos fundamentales en el trabajo y diálogo social, y cultura del trabajo para el desarrollo y futuro del trabajo. A su vez, se establece la creación de un plan de trabajo anual, también tripartito, en el que se definirán los objetivos y actividades a desarrollar. El tercer punto del acuerdo es la constitución de un “grupo técnico de seguimiento” de los planes de trabajo que elaborará el mencionado plan y establecerá un “sistema de monitoreo y evaluación”. Se deberá evaluar cada año, y en caso de que haya “observaciones relevantes” la OIT podrá proponer “alternativas y soluciones”. Si alguna de las partes no acepta puede dejar de integrar el acuerdo.

El director general de la OIT, Guy Ryder, aseguró que en Uruguay existe el diálogo social, y que es un “ejemplo a seguir”: “Existe una cultura de las instituciones de diálogo entre empleadores y sindicatos”.

Los otros

El senador y líder del sector Todos hacia Adelante del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, se entrevistó con el director general de la OIT, Guy Ryder. Le entregó un documento con su lectura de la situación actual del país y algunas sugerencias de asistencia técnica de la OIT para “apoyar al gobierno y a la sociedad uruguaya”: ayudar en la formación de recursos humanos, en el “diseño de indicadores y estándares” y de “nuevos programas educativos”. Por otro lado, el senador propone en el documento “pasar del gasto a la inversión social”, orientándola a la “inclusión productiva y al desarrollo sustentable”.

El titular del MTSS, Ernesto Murro, calificó al acuerdo de “producto uruguayo”, del cual, asegura, debemos “sentirnos orgullosos”. Apuntó que hay que seguir avanzando en la redistribución de la riqueza, en mejorar la calidad de vida y en la generación de trabajo digno. Por otro lado, el vicepresidente de la República, Raúl Sendic, repasó las medidas desarrolladas en los diez años de gobierno frenteamplista -planes sociales, negociación colectiva, inversión productiva, reforma tributaria, fortalecimiento del Estado, profundización de la democracia y reconocimiento de derechos- y reflexionó sobre si es necesario cambiar o profundizar las políticas desarrolladas por la coyuntura regional desfavorable. “Tenemos que preguntarnos qué es más caro, si el trabajo decente o la explotación; la educación o la ignorancia, la capacitación o el desconocimiento; la equidad o la injusticia”. Aseguró que los nuevos escenarios exigen “mayor inteligencia y capacidad para gobernar”, y enmarcó la firma del acuerdo en la “profundización de la cultura de trabajo”.

Por otro lado, Murro habló sobre algunos de los indicadores de trabajo decente. La negociación colectiva, en la que los acuerdos tripartitos oscilaron entre 84% y 92%; la libertad sindical; la afiliación sindical, que se cuadruplicó; y el crecimiento de las organizaciones gremiales y empresariales.

El futuro ya llegó

En el marco de la firma del acuerdo, Ryder dio una conferencia titulada “Predecir lo impredecible: el futuro del trabajo”, en la que sostuvo que los desafíos son encontrar soluciones a la “economía de envejecimiento” y la consecuente mayor dependencia de la protección social, y al “tipo de relación tan diferente que existe entre la oferta y demanda de empleo en cada región”. Además, señaló que la característica del trabajo del futuro será la movilidad de los trabajadores; en ese sentido indicó que hay 230 millones de trabajadores migrantes, y es una tendencia en aumento. El reto en ese sentido es “gestionar la migración laboral respetando los derechos y necesidades legítimas” de los trabajadores.

Más temprano, en una jornada realizada por el PIT-CNT por la conmemoración del centenario de la aprobación de la Ley de 8 Horas, Ryder aseguró que el país “fue vanguardia”. Señaló que el convenio de la OIT fue aprobado cuatro años después de que Uruguay lo hiciera, y que, pasados 100 años, fue ratificado únicamente por 52 países. “Es un tema aún abierto, el debate continúa con las realidades del mundo de trabajo contemporáneo”, afirmó. A su vez, sostuvo que “las conquistas del movimiento obrero nunca son permanentes”, por lo que se deben “cuidar y proteger” y “alentar la lucha”. “En eso la OIT estará a su lado”, afirmó.