La Intendencia de Montevideo (IM) analiza la posibilidad de que la empresa de ómnibus Rápido Internacional Cooperativo (Raincoop) sea absorbida por la Cooperativa de Obreros y Empleados del Transporte Colectivo (COETC) y por la Unión Cooperativa Obrera del Transporte (UCOT). En una serie de reuniones realizadas en la propia IM y en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, se fue cerrando el destino de la empresa de los coches azules y blancos, que gestiona ocho líneas urbanas, una diferencial, una local y dos suburbanas. Raincoop tiene 600 trabajadores y 151 ómnibus y es una de las cooperativas que conformaron, en 1975, los trabajadores de la ex AMDET. Si bien la Compañía Uruguaya de Transportes Colectivos Sociedad Anónima (CUTCSA) no fue integrada a las negociaciones, el presidente de esa empresa, Juan Salgado, dijo a El País que está interesado en las líneas suburbanas 221 y 222, que van a El Pinar y Parque del Plata. Por su parte, la Corporación de Ómnibus Micro Este (COME) participó en un principio en las negociaciones, pero se retiró. Según fuentes de la diaria, la decisión obedece a que la política de COME es “no emplear personal femenino”, y Raincoop cuenta con una plantilla mixta que incluye mujeres que se desempeñan como guardas, conductoras y cobradoras.

La situación de Raincoop es complicada desde mediados de año, cuando se pagó sólo la mitad de los aguinaldos. Ahora ya se debe 50% de los salarios de octubre, todo el salario de noviembre y no hay señales positivas de que se puedan pagar los aguinaldos de fin de año. 12 trabajadores de la cooperativa permanecen en seguro de paro. En los últimos días, el Banco República, principal acreedor de la empresa, le cortó las líneas de crédito, volviendo insostenible la continuidad del cumplimiento de los servicios.

Dirigentes de la Asociación Sindical de Cooperativistas y Obreros del Transporte (ASCOT) opinaron que la desfinanciación de Raincoop no se debe a la falta de rentabilidad de sus líneas, sino a “una mala gestión de muchos años”. En octubre ASCOT decidió en asamblea “preservar 30% del mercado en manos cooperativas”, para evitar la consolidación de monopolios, postura que coincide con la salida para la crisis de Raincoop en la que trabajan las autoridades nacionales y departamentales.