Los trabajadores y pacientes de la Unidad de Perinatología del Banco de Previsión Social (BPS), más conocida como el Sanatorio Canzani, se manifestaron ayer de mañana frente al edificio: todos en la calle simularon un “abrazo al hospital Canzani”, en reclamo a lo que ellos consideran el “desmantelamiento” del sanatorio. María del Rosario Oiz, directora del BPS, informó que el hospital no va a cerrar, sino que se trasladará el área de internación al Hospital Policial. Los cambios se deben a que desde que se implementó el Sistema Nacional Integrado de Salud la cantidad de nacimientos disminuyó significativamente, y el hospital se focalizó en la atención de niños y adultos con defectos congénitos y enfermedades raras, para lo que actualmente necesitan mayor infraestructura. En vez de generarla en el hospital se buscó aprovechar la capacidad instalada en otros centros. Este cambio implicará el traslado de los funcionarios del Canzani al Policial y a otras dependencias, aunque seguirán siendo funcionarios del BPS. En declaraciones a Radio Uruguay, la vicepresidenta de la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social, Verónica Miranda, dijo que los trabajadores “están en situación de shock”, y que hay 287 funcionarios involucrados.