El Comisionado Parlamentario y la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH) no están solos. Al pedido explícito de no trasladar la Unidad Nº 9 El Molino, donde están presas mujeres con hijos y embarazadas, a la Nº 5 se sumó el del grupo Niños en Cautiverio Político.

El Molino es “una experiencia evaluada como positiva por varios actores, sin motivos justificados firmes, no debería ser desmantelada, sino mejorada y, eventualmente, reproducida”, aseguran. El grupo está formado por un “conjunto de personas que tienen en común el haber vivido en cautiverio durante la primera infancia con las madres, en los centros de detención donde se encontraban presas por motivos políticos” durante la dictadura.

En el comunicado manifiestan su “profunda empatía” hacia esos niños y exhortan a las autoridades a rever la decisión del traslado, confirmada el martes 15 por el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, y el director del Instituto Nacional de Rehabilitación, Luis Mendoza. El grupo señala que “si el traslado proyectado tiene motivos locativos, se debería considerar que la alternativa sea un lugar con iguales o mejores condiciones que las que existen hoy, manteniendo el criterio de recrear un ambiente propicio a la maternidad y a la primera infancia”.

Por otro lado, recuerdan que los bebés y niños pequeños “reciben de modo directo tanto el stress de sus madres como del entorno inmediato”, por eso consideran que se debe centrar el esfuerzo en disponer ambientes propicios, que “protejan y promuevan la intimidad del vínculo, tan necesario para un desarrollo saludable, tanto afectivo como intelectual, que, además, se verá reflejado en su ser adulto y ciudadano”.