Se cumplió un año desde que un artesano encontró el cuerpo de Lola Chomnalez, semienterrado en las dunas que separan Valizas de Aguas Dulces. Tenía 15 años, y 15 fueron los indagados -vecinos, un adolescente y hasta el marido de su madrina- en un caso que hasta hoy sigue sin resolverse. Había salido a caminar dos días antes con su mochila, que apareció días después con sangre de un hombre cuyo ADN no se pudo vincular con el de ninguno de los sospechosos. Murió de asfixia, pero tenía cortes en varias partes del cuerpo.
El 20 de diciembre, su padre, Diego Chomnalez, dijo al diario argentino Clarín que la investigación fue “un chiste macabro”. Al día siguiente, el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, contestó en una conferencia de prensa que lo macabro fue el crimen, y que la investigación encontró obstáculos como la contaminación de la escena del crimen y la demora en hacer la denuncia a la Policía.
Ayer, los padres de la adolescente organizaron una marcha en el parque Las Heras, en Buenos Aires. Hubo una misa, y familiares y amigos colgaron 1.000 grullas de origami en los árboles. Ayer también hubo una marcha silenciosa por Valizas, desde la calle principal hasta las dunas donde la encontraron, según informó Radio Uruguay.