Autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) concurrirán hoy a la Comisión de Hacienda de la Cámara de Senadores a explicar el proyecto de ley presentado a fines de 2014 para aumentar el tope de deuda pública neta. Desde 2011 el tope es de 5.500 millones de unidades indexadas (UI), unos 660 millones de dólares, y el proyecto de ley presentado aspira a que dicho tope aumente a 9.000 millones de UI, es decir, cerca de 1.100 millones de dólares.

La exposición de motivos del proyecto de ley señala que la política fiscal y de deuda “sustentada por el gobierno ha construido fortalezas en lo que respecta a la sostenibilidad fiscal, permitiendo en los últimos años mayores erogaciones del sector público” en inversiones y políticas sociales, que determinaron “déficits más elevados que los previstos al momento de proyectar la Ley 18.834, de 4 de noviembre de 2011”. También apunta que la deuda pública se ubica en niveles “inferiores a los proyectados” y destaca la “mayor solidez de la posición financiera del gobierno, en lo que refiere a lograr un mayor plazo promedio de la deuda, un perfil de vencimientos más uniforme, profundización del acceso a mercados financieros, reducción del riesgo por variación de la tasa de interés, entre otros”, y la reducción de la dolarización de la deuda pública, lo que la hace menos vulnerable ante el eventual fortalecimiento del dólar.

Por último, señala que Uruguay tiene una “adecuada reputación en el cumplimiento de contratos de endeudamiento soberano y la obtención del Grado Inversor”, que “permiten disipar dificultades respecto de la renovación de la deuda”, lo que se complementa con el “elevado stock de reservas internacionales” que tiene el país.

El senador Rafael Michelini (Nuevo Espacio, Frente Amplio) indicó que las autoridades del Ejecutivo concurrirán hoy a la Comisión de Hacienda a explicar el proyecto y que el objetivo es votarlo en el plenario mañana. Destacó que en este momento “Uruguay tiene la deuda neta más baja de toda su historia”, y explicó que lo que busca el proyecto es “levantarla para hacer una emisión, porque se vienen futuros vencimientos de deuda”, y ésa es “la forma de saldarlos”.

En tanto, el senador nacionalista Francisco Gallinal, presidente de la comisión, adelantó que no cree que su partido respalde el proyecto. “Porque venimos de 11 años de bonanza, y porque me parece que mantener los topes al endeudamiento es lo que corresponde”, valoró. Reconoció que Uruguay mejoró su situación de acceso a financiamiento por la gestión de la deuda pública, pero consideró que el déficit fiscal alcanzado en 2014, “el más grande de los últimos años, comparable con la crisis”, es lo que motiva esta medida.

En el debe

Gallinal se refería al déficit fiscal de 2014, que se dio a conocer el viernes por medio de un informe preliminar del MEF. El resultado del año pasado terminó con un déficit de 3,5% del Producto Interno Bruto (PIB), unos 1.900 millones de dólares, lo que significa un aumento de 1,1% respecto del dato de 2013 (-2,4%).

Los ingresos del sector público fueron 30,4% del PIB, y se redujeron 0,1% en relación con 2013. Esta caída se explica, en parte, por la baja en la recaudación de la Dirección General Impositiva (que globalmente significa 17,3% del PIB), que fue de 0,4% del PIB y se debió, según el MEF, a la recaudación de menos impuestos de las empresas públicas. La recaudación del Banco de Previsión Social registró, en cambio, un aumento de 0,4% del PIB desde 2013 (significa 7,9% del PIB).

En tanto, las empresas públicas tuvieron un resultado primario similar al de 2013, que se ubicó en 1,6% del PIB. UTE tuvo una mejora de 0,4% del PIB, “que obedeció en buena medida al menor costo de abastecimiento de la demanda de energía eléctrica”, según el informe, mientras que Antel disminuyó 0,2% del PIB, y el resultado de ANCAP, 0,3% (aunque el documento señala que la diferencia en ANCAP se debió a que en 2013 la empresa petrolera tuvo ganancias financieras por la cancelación de una deuda con PDVSA).

En relación con los egresos del gobierno central, en 2014 27,4% del PIB fue por BPS, lo que implica un crecimiento de 0,8% en comparación con 2013. Las transferencias crecieron 0,4% del PIB; por egresos por seguro de enfermedad, 0,2%; por fondos transferidos a las AFAP, 0,1%, y por las transferencias del gobierno central a las intendencias, 0,1% del PIB. El pago de las pasividades aumentó también 0,2% del PIB (en total fue 9,4% del PIB), mientras que el aumento de gastos no personales y las remuneraciones implicaron otro aumento de 0,2% del PIB. Las inversiones, tanto del gobierno central como de las empresas públicas en su conjunto, se mantuvieron en cifras similares a 2013 (3,4%).

Al déficit primario del sector público, que fue de 0,5%, se suma el pago de intereses de deuda, que implica 3% del PIB y lleva el déficit a 3,5%.