Los ex presos de la cárcel de Guantánamo que llegaron a Uruguay en diciembre se manifestaron ayer públicamente en una entrevista con Telemundo. Cinco de los seis quieren quedarse en Uruguay, aunque ayer explicaron que su integración al país no ha sido fácil.

Abu Wael Dihab, sirio, agradeció que el gobierno uruguayo los haya recibido, pero dijo que la situación en la que están “no quedó muy clara” en relación a si jurídicamente son considerados refugiados. Ali al Shabaan, sirio también, reafirmó esta incertidumbre: “No sabemos cuál es nuestro estatus legal, quisiéramos que nos dijeran. No nos dijeron nada de nuestra situación legal”.

También plantearon que es difícil, después de 13 años de reclusión en Guantánamo, trabajar y mantenerse económicamente. “Nos han pedido que trabajemos desde la primera semana. No estamos en contra de esa idea, queremos trabajar como cualquier persona normal”, dijo Ali al Shabaan, pero consideró que no es “razonable” que le pidan que se mantenga económicamente a dos meses de su llegada. Eso, señaló, dificulta que puedan lograr reencontrarse con sus familias: “En nuestra situación [su venida] no creo que sea buena idea, porque no podríamos mantenerlas. No puedo mantenerme yo mismo ahora; necesitaría asistencia por un tiempo”, planteó Ali al Shabaan.

Abu Wael Dihab contó en la entrevista que muchos de ellos todavía tienen dolores en el cuerpo, presiones psicológicas, falta de sueño y falta de estabilidad, y en ese sentido pidió asistencia sanitaria. Dijo, en particular a aquellos uruguayos que no querían que vinieran al país, que no son terroristas: “No somos terroristas, no somos culpables de nada. Somos un grupo de personas que fuimos llevadas por motivos políticos. Vivíamos vidas normales y fuimos tomados como rehenes de la política”. Además, pidió que si no son bienvenidos, el gobierno “nos ayude a encontrar otro lugar. Venimos con la intención de tener una vida en Uruguay”.

También enviaron un mensaje a otros gobiernos, para solicitar que den refugio a algunos de los 125 reclusos que permanecen en Guantánamo. “La mayoría son inocentes y no han hecho nada”, dijo Abu Wael Dihan, que reclamó que el gobierno de Estados Unidos apoye a quienes salen de la cárcel. “No se puede recompensar los 13 años que se han perdido, pero al menos [que les provean] lo indispensable para reconstruir su vida. El que sale de Guantánamo va a necesitar su familia, una casa en la cual estar, un trabajo, y algún ingreso que le permita construir su futuro”, expresó Abu Wael Dihab, que reiteró que si bien “el pueblo uruguayo mostró un gran corazón al recibirnos, recibirnos no es suficiente, hay que tener un plan para construir un futuro” y, en su actual situación, sienten “que salimos de una prisión y entramos en otra. Es limitado lo que podemos hacer”.