Con los 16 votos del Frente Amplio (FA), la Cámara de Senadores aprobó ayer el proyecto de ley que prevé subir el tope de la deuda pública de 5.500 millones de unidades indexadas (UI) -cerca de 660 millones de dólares- a 9.000 millones de UI -casi 1.100 millones de dólares-. Además, el proyecto plantea la posibilidad de que “cuando medien situaciones climáticas adversas” que supongan que UTE deba asumir “costos extraordinarios para la generación de energía”, el tope podrá ser adicionalmente incrementado “en hasta un máximo equivalente al 1,5% del Producto Bruto Interno”.

En 2014, el déficit fiscal en Uruguay fue de 3,5%, y el proyecto de ley presentado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) busca readaptar la situación del país en la materia, porque sostiene que “la política fiscal y de deuda sustentada por el gobierno ha construido fortalezas en lo que respecta a la sostenibilidad fiscal, permitiendo en los últimos años mayores erogaciones del sector público”, principalmente en la concreción de inversiones, y “la ejecución de políticas sociales consistentes con el proceso de desarrollo económico”, según se explica en la exposición de motivos. Al respecto se agrega que “la gestión fiscal ha determinado déficits más elevados que los previstos” al momento de definir el límite en 5.500 millones de UI.

El senador nacionalista Sergio Abreu (Lista 903) explicó a la diaria que pese a que acompañó el proyecto en la Comisión de Hacienda del Senado, por considerar positivo que ese tipo de medidas pasen por el Parlamento para tener un mayor control sobre la deuda, finalmente la bancada del Partido Nacional (PN) definió votar en contra de la iniciativa del MEF. El senador explicó que el PN está preocupado por el déficit fiscal, “en particular por la ausencia de controles del gasto de las empresas públicas”. Abreu consideró que sería bueno que el gobierno optara por “buscar un equilibrio fiscal prudente” y “alinear los tipos de cambio en relación a la región” para no alcanzar los “altos” que se provocaron en otros tiempos. Al respecto se mostró preocupado porque “Argentina y Brasil vienen depreciando sus monedas”, al tiempo que sostuvo que “la valoración del dólar nos hace uno de los países más caros de la región”.

Endeudamiento

Otro tema que Abreu planteó en la sesión del Senado fue la necesidad de detener la inflación, porque en Uruguay “se maneja un rango que hoy es de lo más alto de la región después de Venezuela y Argentina”. En suma, para el nacionalista habría que buscar “un equilibrio adecuado” entre tipo de cambio y equilibrio fiscal, con el objetivo de aumentar la competitividad en el sector productivo, porque, según dijo, “los costos internos están aumentando y el tipo de cambio en las cadenas de producción de bienes no llegan a compensar la utilidad”.

El senador blanco explicó que “se recurre siempre al aumento del endeudamiento porque no se pueden usar las reservas y, menos, descapitalizar el Banco Central”, pero consideró que la emisión de letras de regulación monetaria “es un tema peligroso”. Al respecto agregó que ese mecanismo se utiliza para sacar dinero de plaza y “estamos pagando 1.000 millones de dólares a una tasa de interés de 14%, cuando a nivel internacional la tasa está entre 1 o 0,5%”. Además, sostuvo que, como la mayoría de las letras de regulación monetarias son compradas por entidades financieras, se termina favoreciendo a ese tipo de instituciones “con tasas de interés inusuales”.

Para el nacionalista, la solución no es necesariamente recortar las políticas públicas, sino que debe pasar por aumentar el control de las empresas públicas, especialmente las que se rigen por normas del derecho privado y no tienen control del Tribunal de Cuentas. Además, vinculó esta situación con el aumento de tarifas públicas que comenzó a regir desde el 1º de enero, y consideró que “el motor del desarrollo no deben ser las empresas públicas, sino la inversión privada dentro de un proyecto estratégico de país”. Abreu concluyó: “Hay que evitar que coexistan dos equipos económicos, uno que recaude indiscriminadamente como capitalista y otro que gaste como socialista”.

El otro lado

El senador del FA Ernesto Agazzi (Espacio 609) dijo a la diaria que el proyecto que ayer se envió a Diputados es “una regla fiscal cristalina”. El senador sostuvo que el tema tiene muchas aristas y consideró necesario diferenciar entre deuda global (la totalidad de lo que el Estado adeuda) y deuda neta (la deuda global menos las reservas con las que cuenta el país).

Según añadió, al ubicarse la deuda neta en 22%, “es la más baja de la historia del Uruguay”, cifra que estaba en 70% antes de que el FA asumiera el gobierno, de acuerdo a lo que sostuvo Agazzi. El legislador señaló que el gobierno compró 18 millones de dólares con un dólar a 18 pesos, cuando hoy vale 24 pesos, lo que hizo que “las reservas aumentaran en pila”. Agazzi también indicó que “cuando se hacen inversiones en el Estado se gasta plata, pero las cuentas que se llevan son sólo las de ingresos y egresos, y hay una cantidad de inversiones que figuran como gastos porque en contabilidad pública no se tiene en cuenta al patrimonio”.

El senador explicó que en 2014 “hubo mucho gasto porque se hicieron muchas cosas”, lo que ilustró con el aumento de los salarios, que generó un incremento en las jubilaciones, sumado a que “ingresaron muchos jubilados al Fonasa”, egresos que en ambos casos se sustentaron con deuda pública. En resumen, consideró que “hubo más gastos de lo previsto e inversiones que no se contaron”.

Además, Agazzi rechazó la propuesta de Abreu de devaluar el peso uruguayo, porque “tiene el inconveniente grande de que le baja el poder de compra a los ingresos fijos como salarios”, pese a que “tener un peso que vale mucho crea dificultades de competitividad con lo que exportamos”. Acerca de la idea de un mayor control a las empresas públicas, el senador no la descartó, pero defendió el desempeño de Antel, ANCAP y UTE, empresas que para Agazzi “han sido dinamizadoras de la economía”.