El domingo Pablo Cuevas ganó el ATP de San Pablo y gracias a eso ascendió al número 23 del ranking ATP, la posición más alta alcanzada por un tenista uruguayo. El salteño es además el tenista latinoamericano mejor ubicado actualmente. La prensa deportiva de Uruguay elogió el buen momento de Cuevas. “Está en un muy buen momento, su revés ha mejorado, su saque es más potente, y es más efectivo a la hora de subir a la red. Deja el alma en cada game, y aunque vaya perdiendo 6-0, 6-0, 5-0, no baja los brazos. Y todo eso sin caer en ningún orsai, sin hacerse sacar una amarilla, y sin hacer tiempo”, aseguró el domingo el periodista Alberto Kesman, que resumió: “Cuevas logró que me metiera en internet para aprender por lo menos algunos términos de algún deporte que no es ni fútbol ni básquetbol”. Es que el buen momento de la carrera de Cuevas está logrando que mucha gente se interese por el tenis. “Sigo creyendo que es un deporte de maricones, pero tiene lo suyo”, aseguraba ayer un radioescucha durante una intervención en un programa de la emisora Sport 890. Pero lo que más llama la atención del fenómeno Cuevas es que por primera vez un uruguayo logra destacarse en un deporte en el que no hay que pegarle al rival. “Es cierto que la garra charrúa puede aplicarse para el tenis, pero no es lo mismo. O sea, ¿qué es lo peor que se le puede hacer a un rival? Mirarlo mal. Porque en el tenis ni siquiera se puede putear. Y mirar mal no es lo mismo que pegar una buena patada o dar un buen codazo. La verdad es que no tengo idea de cómo hace este muchacho para llegar tan arriba, pero es muy meritorio”, aseguró Kesman. Quien prefirió no hacer declaraciones sobre el excelente momento por el que está pasando el salteño fue Jorge da Silveira. “Yo prefiero no decir nada. Porque se sabe que en el tenis hay mucho viaje, mucha fiesta, mucha noche de hotel y bueno, si hablo voy a decir lo obvio, y me van a crucificar”.