Los documentos revelados el domingo a partir de la filtración del ex funcionario del HSBC Hervé Falciani aportan datos sobre uruguayos o personas vinculadas al país con cuentas en la filial suiza del banco inglés. Uruguay figura en la posición 25 en el ranking de países con mayor número de clientes vinculados a cuentas en el HSBC (que encabezan Suiza, Francia, Reino Unido y Brasil). En total son 771 los clientes vinculados a Uruguay, de los cuales 21% tienen nacionalidad o pasaporte uruguayo. Esos clientes están vinculados a 810 cuentas, por un total de 2.800 millones de dólares, lo que ubica a Uruguay en el puesto 26 del ranking de países según la cantidad de dinero depositado (éste encabezado por Suiza, Reino Unido, Venezuela y Estados Unidos).

De los 771 clientes uruguayos, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) difundió hasta ahora sólo el perfil del futbolista uruguayo Diego Forlán, junto con otras figuras internacionales, como David Bowie, el rey de Marruecos Mohammed VI, el ex candidato presidencial de Ecuador Álvaro Noboa y el actual presidente de Paraguay, Horacio Cartes, que también tenían cuentas en el banco. Según la investigación realizada por el ICIJ, Forlán se convirtió en cliente del HSBC en 2006 cuando jugaba en el Villarreal español y tenía 1,4 millones en cuatro cuentas asociadas en 2006-2007. Ayer el jugador emitió un comunicado al respecto, y aseguró que “elegir tener cuentas en Suiza es LEGAL, cumpliendo las NORMAS”. En la nota afirma que siempre tuvo y tiene ordenadas sus finanzas “de forma de cumplir con todos los impuestos de los distintos lugares donde trabajé, viví, tuve y tengo bienes”, y considera que su nombre fue “utilizado como ‘gancho’, por ser figura pública y mundialmente reconocido”. Agrega que a fines de enero recibió un fax del ICIJ consultándolo sobre la titularidad de cuentas en el banco HSBC de Suiza y cuenta que resolvió no contestar “porque no quería participar en algo que, lejos de ser una investigación periodística, era una búsqueda de protagonismo”.

Además, los datos dan cuenta de 13 personas relacionados a Uruguay que eran “master clients” u oficiales, es decir, intermediarios entre los clientes y las empresas offshore (aquellas creadas en jurisdicciones con bajos impuestos). También aparecen diez direcciones postales de Uruguay, ocho de Montevideo y dos de Punta del Este. El pico máximo de aperturas de cuentas en la filial Suiza por personas vinculadas a Uruguay fue entre 1990 y 1991.

La investigación señala que desde el HSBC había una práctica continua de asesorar a sus clientes para realizar movimientos bancarios hacia países donde los depósitos no tributan o tienen impuestos muy bajos, los clásicos paraísos fiscales. El asesoramiento con esos fines es un delito en Europa fundamentalmente a partir de 2005, cuando se establecieron normas para que los bancos suizos recaudaran impuestos de cuentas no declaradas, informó BBC. El banco, en lugar de cobrar esos montos, habría ofrecido formas de eludir los nuevos tributos. Por ejemplo, en un caso el banco le entregó a una familia de Reino Unido una tarjeta de crédito para que pudiera sacar su dinero no declarado en cajeros automáticos fuera del país, o también se relatan sugerencias a los clientes para que dirigieran sus recursos a cuentas offshore en paraísos fiscales. Por realizar estas maniobras, el HSBC es investigado en Francia, Estados Unidos, Bélgica y Argentina. Pero las implicancias legales dependen de cada marco jurídico; por ejemplo, en Uruguay es legal tener depósitos en el exterior y no se pagan impuestos por ello. De hecho, el ICIJ aclara, al difundir los datos (en http://www.icij.org/project/swiss-leaks/explore-swiss-leaks-data), que su publicación no quiere implicar que las personas mencionadas infringieron la ley o actuaron inadecuadamente.

La investigación se basa en tres tipos de documentos internos: listas de clientes con cuentas en la filial suiza desde 1988 hasta 2007, tablas sobre los montos máximos que había en las cuentas durante 2006 y 2007 y conversaciones entre clientes y empleados durante 2005.