La Presidencia de la República confirmó ayer que los 33 países de América Latina y el Caribe resolvieron apoyar a Uruguay como candidato único para integrar el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). De esta manera, y si bien falta la formalidad de la ratificación en la asamblea general de ONU que se realizará a mediados de octubre, todo indica que Uruguay pasará a ser miembro no permanente de ese organismo durante el período 2016-2017.

Según el portal de Presidencia, el representante Permanente de Uruguay ante Naciones Unidas, Gonzalo Koncke, recibió la confirmación del apoyo unánime de los 33 países de la subregión en la tarde del 2 de febrero, en la reunión del grupo de países latinoamericanos y caribeños de ONU en Nueva York.

Es la segunda vez en la historia que Uruguay integra ese ámbito (ya lo había hecho en el período 1965-1966, con la presencia del embajador Carlos María Velázquez). El Consejo de Seguridad tiene cinco miembros permanentes (China, Francia, Rusia, Gran Bretaña y Estados Unidos) y diez miembros no permanentes (actualmente son Angola, Chad, Chile, España, Jordania, Lituania, Malasia, Nigeria, Nueva Zelanda y Venezuela).

El presidente José Mujica dijo a la diaria que se trata de un “reconocimiento importante” para el país “por lo que significa el Consejo de Seguridad” de ONU, aunque fue más cauto al momento de evaluar el alcance de este acontecimiento.

“Tampoco me hago ilusiones, porque en definitiva en el Consejo de Seguridad hay cuatro o cinco que son los que cortan el bacalao, o más bien tres. Si esos países se ponen de acuerdo, te pueden decir ‘tiene razón, pero marche preso’. De todas maneras, es una ventana para mejorar indirectamente todas las relaciones de Uruguay. Pero no le cambia la historia al país”, comentó el presidente.

En paralelo a este aval de los países de América Latina y el Caribe para el Consejo de Seguridad, parece ser cada vez más claro que el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, será el próximo secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), ya que cuenta con los apoyos necesarios.

Consultado por estos logros de la cancillería uruguaya, Mujica respondió que “es probable” que hace unos años el país no hubiera sido tenido en cuenta para este tipo de posibilidades. “Hoy el país tiene un grado de reconocimiento que está por encima del promedio de reconocimiento que ha tenido en su historia, porque los países pequeños tienen enormes dificultades para existir en el concierto internacional. Y nosotros tuvimos la preocupación de tratar de incidir en el campo de las relaciones en todo lo posible, como una manera indirecta de favorecer a Uruguay”, manifestó.

Mujica criticó la “falsa idea” de que las relaciones diplomáticas se sustentan solamente en “los expedientes de las cancillerías o que funcionan sólo por internet”. “Es muy distinto cómo funcionan después internet y los expedientes, si antes hay un cultivo de las relaciones personales con los personajes que están detrás de los expedientes. Y no estoy inventando nada nuevo, porque al fin y y al cabo las relaciones son siempre cuestiones de hombres y mujeres, no son abstractas. Y eso en Uruguay parece que no se quiere entender. Entonces viene alguno y me habla de una ‘cancillería profesional’. ¿Qué es la cancillería profesional? ¿Un tipo que cobra el sueldo y no lo conoce ni Magoya?”, opinó Mujica.