La supuesta expulsión de un funcionario de la Embajada de Irán por parte del gobierno uruguayo, hecho que la cancillería negó por medio de un comunicado público el viernes, será parte del llamado a sala que la oposición le realizó al ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, y que se concretará este jueves en la Comisión Permanente. El encuentro, que en un principio iba a estar centrado en los motivos por los que el gobierno uruguayo apoyó la designación de la jueza argentina Susana Ruiz Cerutti a la Corte Internacional de Justicia de La Haya (quien encabezó la delegación de Argentina en 2010, cuando este país recurrió al tribunal por la instalación de UPM en Fray Bentos), ahora también incluirá el desenlace por el cual Ahmad Sanad Gol, un ex agregado político de la Embajada de Irán, se fue del país. Quien llevará adelante la citación será el nacionalista Jaime Trobo.

“Iranofobia”

La Embajada de Irán emitió un comunicado titulado “En el nombre del altísimo”, en el que rechaza “todas las notas difundidas en los medios de fecha 6 de enero de 2015 sobre la relación de un diplomático iraní con el objeto sospechoso encontrado en las cercanías del edificio World Trade Center de Montevideo”. Según se afirma, “la divulgación de este tipo de noticias infundadas y falsas en la víspera del 36º aniversario del triunfo de la revolución islámica de Irán el 11 de febrero, se planea y divulga con el propósito de provocar un escenario de iranofobia y la degradación de la imagen internacional de la República Islámica de Irán por parte de los enemigos del desarrollo de las relaciones de Irán con los demás países del mundo”.

La noticia fue dada el jueves por el diario israelí Haaretz. Según esa versión, Sanad Gol había sido expulsado por el gobierno uruguayo dos semanas atrás por haber participado en el misterioso incidente en el que se encontró un artefacto en las cercanías de las oficinas de la Embajada de Israel en el World Trade Center de Montevideo, hecho que ocurrió el 8 de enero. En ese momento, Alfredo Larramendi, jefe de la Brigada de Explosivos del Ejército, sostuvo que el equipo que se había desbaratado era un “artefacto simulado”: “Tenía un elemento electrónico que simulaba un iniciador y había un trozo de cordón detonante, que es el explosivo”.

Ante la noticia, la cancillería uruguaya emitió el viernes un comunicado en el que niega que haya expulsado al diplomático iraní, aunque agrega que el funcionario había sido sospechoso de un hecho confuso. Explica que el 24 de noviembre se encontró un maletín en las inmediaciones de la Embajada de Israel, en Bulevar Artigas, que resultó estar vacío. En ese momento, Almagro llamó en consulta a la embajadora de Israel, Nina Ben-Ami, que “suministró información” que fue “trabajada por el Ministerio del Interior” (MI). En una de las filmaciones proporcionadas por la embajada (de una de las cámaras de la calle, confirmaron fuentes) “se constató la presencia de un automóvil con matrícula diplomática perteneciente a un funcionario de la Embajada de Irán”, concretamente a Sanad Gol. Si bien no había “evidencia policial” de que el funcionario hubiese puesto el maletín, a raíz de la situación, el 10 de diciembre Almagro se reunió con el embajador de este país, Safar Alí Eslamián Koupaei, al que le comunicó que “la coincidencia de la presencia” del funcionario a unos metros del maletín “no era afortunada”, que “resultaba inadmisible y obligaría a Uruguay a adoptar medidas aún más severas si se dieran circunstancias semejantes en el futuro”. El embajador de Irán respondió que si el funcionario se encontraba allí “se trató de un hecho casual dado que se atendía en una mutualista de la zona”. Además, le dijo que Sanad Gold ya se había retirado del país tres días antes: el 7 de diciembre de 2014.

El comunicado también hace referencia al objeto encontrado en las inmediaciones del World Trade Center y asegura que la investigación del MI no arrojó “prueba alguna respecto a la participación de un funcionario de la Embajada de Irán”. “La Dirección General de Información e Inteligencia no cuenta con ningún elemento que incrimine a persona alguna”, se afirma.

La situación, asegura la cancillería, ameritó que se solicitaran “esfuerzos especiales” de protección a la embajada israelí. También “se abrió la puerta a la cooperación israelí en materia de seguridad”, autorizando la visita de “expertos israelíes” para profundizar la investigación. El comunicado concluye que el gobierno uruguayo “no expulsó a funcionario diplomático alguno”.

Fuentes del gobierno advirtieron que el Instituto de Inteligencia y Operaciones Especiales de Israel, el servicio de inteligencia israelí conocido como el Mossad, le hizo saber a la inteligencia uruguaya de su preocupación por esta situación. Representantes de la agencia, que tiene su sede regional en Argentina, ya habían visitado el país luego del episodio del artefacto encontrado el 8 de enero en las cercanías del World Trade Center, que “tenía el cordón explosivo, pero no el detonante”. Si bien trascendió que la filmación que la Embajada de Israel le facilitó al MI del automóvil de Sanad Gol el 24 de noviembre había sido proporcionada por esta agencia, funcionarios de inteligencia aseguraron a la diaria que el Mossad no está “operando” activamente en Ur.