El borrador del programa departamental del FA para Canelones ya fue aprobado y sólo resta que sea revisado por una comisión de corrección y estilo para ser dado a conocer en la campaña electoral. El documento está dividido en seis ejes programáticos denominados vértices: el institucional, el productivo, el social, el cultural y educativo, el territorial y el de descentralización y participación.
En materia institucional, se plantea que en el próximo período el FA puede “afrontar nuevos desafíos” y definir objetivos “más ambiciosos que permitan capitalizar lo avanzado” en los últimos diez años de gobierno local, subrayando como “principios” básicos la mejora en la eficacia, eficiencia, efectividad y modernización de la gestión, la profundización de la “transparencia en la conducción gubernamental” y el “control ciudadano”, la promoción de la “participación de los trabajadores”, y el impulso a la “racionalización de la gestión”, la “desconcentración administrativa” y la “descentralización política”.
Se destaca que “el manejo transparente y coherente de los recursos generados por el cobro de tributos” es esencial para confirmar “la credibilidad ganada en las urnas” y constituye “una significativa señal de respeto por el vecino”, señalando que en los últimos dos períodos se consiguió “alcanzar viabilidad económica” en la comuna. Se propone la construcción de una estructura “administrativa y operativa” que contemple los avances de la descentralización, con el desarrollo de los Centros Cívicos Canarios, herramientas “para coordinar las políticas públicas en el territorio de los diferentes organismos” y la generación de espacios de participación. En materia de impuestos se pretende continuar trabajando para la reducción del “índice de morosidad” e impulsar “la más amplia revisión de la normativa legal vigente, referida a las potestades tributarias de los gobiernos departamentales”.
Atrayendo inversiones
En el vértice productivo el FA propone como objetivo la transformación del crecimiento en desarrollo. “La compatibilización del crecimiento y la diversificación productiva con la sustentabilidad ambiental y el uso responsable de la energía renovable son aspectos a tener muy en cuenta; pero siempre recordando que los avances que ha generado la ciencia aplicada son sustanciales y han permitido ampliar las fronteras de producción permanentemente sin alterar o aun revirtiendo los efectos ambientales de la producción. Producir, en el mundo de hoy, también puede significar recomponer el entorno”, se establece. Se plantea que la IC debe “mantener y profundizar” las políticas de “promoción y marketing” territorial para “captar mayores y mejores inversiones”, priorizando “la inversión nacional” que se relocaliza y la extranjera que “incorpore nuevos procesos, mayor valor agregado y transferencia de tecnología”.
También se propone priorizar la “consolidación del sector de la economía social dentro del tejido productivo departamental”, potenciar el cooperativismo, la economía social y la solidaria, las micro, pequeñas y medianas empresas y las empresas familiares. En materia de desarrollo rural, se señala que la producción agroalimentaria de base rural es uno de los “ejes fundamentales de la actividad económica departamental”, por lo que se propone que la administración enfatice “su desarrollo sustentable con políticas coherentes que se potenciarán con las políticas” a nivel nacional. Se dispone también que se continuará “implementando políticas diferenciales para el sector, abarcando a los actores sociales históricamente olvidados: los asalariados rurales, que contarán con una batería de apoyos tendientes a rescatar su identidad histórica, posibilitándoles que sean sujetos activos de su propio desarrollo”.
Identidad canaria
El vértice social establece que, más allá del cambio en la situación encontrada diez años atrás, siguen existiendo “desigualdades sociales que deben ser pensadas para que de forma integral se puedan mitigar”, y propone la profundización de los procesos de “construcción de ciudadanía” y de los programas que “tengan por cometido terminar con situaciones de vulnerabilidad social”, tomando como ejes la “equidad desde el comienzo de la vida”, la “integración social”, el respeto por los “derechos humanos fundamentales” y la mejora de “la calidad de vida de la población”, atendiendo la salud, las políticas generacionales y las de género y equidad. En lo generacional se proponen acciones para la juventud, la infancia y los adultos mayores y se plantea articular con el gobierno nacional la implementación del Sistema Nacional Integrado de Cuidados.
En cuanto a lo cultural, el documento propone “reforzar la identidad como dimensión de lo simbólico”, como forma de representar “la diversidad y heterogeneidad cultural” del departamento y la consolidación” de las políticas de memoria, verdad y justicia; se propone “institucionalizar” ese espacio en el organigrama de la IC y la generación de políticas públicas “en el más amplio sentido del concepto memoria”, así como la creación de “centros de memoria colectiva”.
En materia de educación, la meta es “la construcción de una cultura de cohesión social y ejercicio de la ciudadanía”, tomando como ejes transversales “la relación género y equidad”, el desarrollo sustentable y el cuidado del medioambiente, la atención a las necesidades especiales en acceso e inclusión, el cuidado a la primera infancia y la juventud y la integración del adulto mayor. Los ejes de trabajo serán la promoción del “empoderamiento ciudadano” y el fortalecimiento de “las comunidades educativas”.
En el vértice de políticas territoriales se propone culminar con el “estudio de las tendencias y vocaciones de las distintas zonas y localidades”, para “amortiguar sus debilidades y fortalecer sus virtudes, potenciando el desarrollo desigual y combinado de los territorios” y articular con el gobierno nacional las políticas de acceso a la vivienda, tomando como prioridad los asentamientos irregulares y las construcciones en zonas inundables. Se plantea también acentuar la creación de una “cartera de tierras comunales” y buscar todos los mecanismos posibles para el acceso a la tierra, en especial para la construcción de programas de viviendas colectivas, optimizando “el uso de los servicios urbanos instalados”.
En el tema del transporte se propone un Plan de Movilidad en el que las inversiones en infraestructura deben estar orientadas a “priorizar un sistema de transporte público de calidad”, integrando “los distintos modos de transporte” para lograr optimización y coordinación. Se propone mejorar “la calidad de los servicios de transporte colectivo” en puntualidad, limpieza, velocidad comercial, frecuencia, accesibilidad y coordinación, y “cambios en la estructura económica” que incentiven el uso del transporte urbano. Se promete también el acondicionamiento y construcción de “refugios peatonales” con información básica de ubicación, recorridos y horarios, y la “asignación de recursos vía subsidio directo o cruzado para los servicios que reporten una muy baja ocupación promedio, pero que califiquen por su claro interés social”. Sobre el tren, se explicita que Canelones necesita que “se considere la extensa y densa infraestructura ferroviaria existente en su territorio, a efectos de aprovechar al máximo el potencial de la misma, transformándose en un componente importante para el desarrollo vial y urbano”.