La cruzada libertadora no ocurrió ayer en la sede del Partido Colorado (PC) en Martínez Trueba, sino en 1825 en la Playa de la Agraciada, en Soriano. Ayer sí se consumó la decisión del Comité Ejecutivo Nacional del PC de gritar a los cuatro vientos su apoyo a los 33 orientales colorados que desembarcaron en la capital del país para pelear por las 19 intendencias. No hubo agua de por medio ni se pronunció la célebre frase “libertad o muerte”, pero sí gritos de guerra, ojos llorosos y banderas al hombro. “El Partido está vivo. Esta sala esta colmada de colorados. El Partido está presente. No sólo retendremos las intendencias de Rivera y Salto, sino que la expectativa está en todo el país”, afirmó al inicio de la ceremonia el secretario general del PC, Germán Cardoso. Los convencionales, emocionados ante la “alegría y el regocijo” de la jornada, según describió el prosecretario general del PC, Robert Silva, exclamaban: “¡Los colorados votamos colorado!”, “ésa es la actitud unida que el PC necesita”, “¡viva el PC!”.

Más valía prevenir que curar

La presentación de los candidatos ocurrió después de que varios dirigentes colorados y el diputado Daniel Bianchi anunciaran su apoyo a candidatos blancos o frentistas, y en la capital al independiente Edgardo Novick por el Partido de la Concertación. A ese contexto se suman la pérdida de votos y convencionales, las fisuras en los sectores del partido, la casi nula autocrítica y las cuentas bancarias en rojo (ver la diaria del 18/03/15). Como más vale tarde que nunca, el PC dio una señal en el medio del fuerte temporal y ratificó a sus candidatos. Ellos son: en Artigas, Renato Sambucetti y Carlos Signorelli; en Canelones, Jorge Alvear, Diver Fernández y Marcelo Gioscia; en Cerro Largo, Walkira Olano; en Colonia, Edgardo Rostán; en Durazno, Álvaro Acuña y Humberto Tambasco; en Flores, Claudio Aguilar y Walter Naddeo; en Florida, Pablo Lanz; en Lavalleja, Luis Carresse y Eduardo Velázquez; en Maldonado, Eduardo Elinger y Jorge Schusman; en Montevideo, Ricardo Rachetti; en Paysandú, Dardo Costa y Walter Verri; en Río Negro, Marcos Batlle y Carlos Delfante; en Rivera, Mauricio González, Walter Machado y Marne Osorio; en Rocha, Edgardo Saint Esteven; en Salto, Roxana González y Germán Couthino; en San José, Alfredo Lago; en Soriano, Sergio Gustavino y José Amy; en Tacuarembó, Roberto Castellano y Aníbal Madrid, y en Treinta y Tres, Darío Becerra.

Durante la ceremonia, varios se refirieron a las distintas situaciones del PC en los departamentos. Signorelli, agitando la bandera colorada, gritó: “¡Cuidado con lo que estamos haciendo! Si le damos los dedos al PN se quedan con las manos, y si se los damos al FA, se quedan con el brazo”. Rostán fue más gráfico: “Es difícil para todos, pero doble para nosotros, que recibimos una puñalada en la espalda desde nuestro partido”. Desde el público, gritaron: “¡El traidor de Bianchi!”. Rachetti prometió una “intendencia al servicio de los montevideanos” y “bajar el boleto a 18 pesos, que le sirve al ciudadano, no a la empresa que después construye el Nuevocentro Shopping”, en referencia al presidente de CUTCSA, Juan Salgado, socio de Novick.

Espejito, espejito

Además de la ratificación de los candidatos, varias agrupaciones coloradas presentaron un documento que se titula “Nuestro partido, nuestro aporte” y pidieron firmas de compromiso a los convencionales: esperan “involucrar a todos los colorados que tengan ganas de aportar” y así poder reconstruir el PC, porque la tan esperada autocrítica que los dirigentes prometieron para luego de las elecciones nacionales todavía no ocurrió. El documento es un análisis “limitado”, un “puntapié inicial” para “cambiar el rumbo” del partido. Entre otras cosas, allí se reconoce que el FA “fue arrebatando el espacio ideológico” que una vez caracterizó al PC. Siguiendo esa línea, señalan como “gran desafío” una necesaria “apertura hacia la izquierda”, que sería la “recuperación de la confianza de los hoy votantes del FA que en el pasado votaron al PC”.

A pedido del canciller Rodolfo Nin Novoa, el CEN colorado resolvió ayer dar lugar a “un nexo permanente, un diálogo fluido” entre el PC y la cancillería. Cardoso explicó que se “mantendrían reuniones permanentemente” y que, si acepta, el diputado Ope Pasquet sería su representante. En ese caso, Pasquet también sería el prosecretario de Relaciones Internacionales del partido.