Si bien está habilitado legalmente desde principios del anterior período de gobierno, el mecanismo de financiación por Participación Público Privada (PPP) sólo se utilizó para dos obras durante ese quinquenio: la construcción de una cárcel en Punta de Rieles para 2.000 reclusos, aún en proceso; y la rehabilitación y mantenimiento de 179 kilómetros de las rutas 21 y 24 en el litoral oeste. Siguiendo este último ejemplo, el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, anunció ayer que el gobierno tiene previsto resucitar el mecanismo mediante seis proyectos que pretenden rehabilitar 1.300 kilómetros de rutas -de los cuales 160 conformarán rutas nuevas-, lo que implicaría unos 650 millones de dólares de inversión en los próximos cinco años.

El ministro dijo que convocará “en los próximos días” a un “ámbito amplio de intercambio” con los sectores involucrados, previo a los llamados correspondientes, para “establecer claramente las exigencias y los procedimientos simplificados”, además de evaluar el proyecto ya avanzado del corredor vial mencionado de las rutas 21 y 24.

Consultado por la prensa sobre la situación vial nacional, Rossi dijo que “no se puede hablar de colapso desde el punto de vista logístico, porque ni un solo kilo de producción nacional fue impedido de salir al mercado por el estado de la infraestructura”. Dijo que diez años atrás el estado de evaluación de las rutas era “similar” al actual, con la diferencia de que “nos podíamos dar el lujo de esperar para resolver una inversión”, mientras que al día de hoy “esperar nos puede hacer desembocar en situaciones críticas”. Lo que cambió fue “la urgencia con la que se debe abordar el problema”.

Entre los desafíos a futuro, priorizó “elevar y rehabilitar” al conjunto de la red vial nacional a un nivel de servicio “superior”, así como procurar su continuo mantenimiento para que la inversión “no sea en vano” y “esté a la altura de las exigencias del Uruguay actual”. Resaltó asimismo la necesidad de un equilibrio en la ecuación “tiempo, inversión y trabajo”, para que “las mejores intenciones” se concreten, y afirmó que una de las restricciones que se plantea el gobierno es que al mismo tiempo de invertir, el país “no detenga su crecimiento”.