El Espacio de Autogestión del PIT-CNT presentó ayer a legisladores frenteamplistas una propuesta de articulado para institucionalizar el Fondo para el Desarrollo (Fondes). El grupo de trabajo bicameral del Frente Amplio que estudia el tema recibió a representantes del espacio que integran la Federación de Cooperativas de Producción del Uruguay, la Asociación Nacional de Empresas Recuperadas por los Trabajadores, la Universidad de la República y el Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT. La propuesta de la central sugiere destinar al Fondes un mínimo de 20% de las utilidades del Banco República -el proyecto del Ejecutivo no establece un mínimo- y reservar 60% del dinero del Fondes para emprendimientos autogestionados -el resto se destinaría a las micro, pequeñas y medianas empresas (mypes)-. Además, propone subir el tope del financiamiento por emprendimiento de 3% de los fondos para autogestionados -propuesta del Poder Ejecutivo- a 20%. Los legisladores escucharon los planteos, pero en el encuentro de ayer no se avanzó todavía en acuerdos para conciliar la posición del actual gobierno con el proyecto que había enviado el Ejecutivo de José Mujica, que los diputados del Movimiento de Participación Popular pusieron nuevamente sobre la mesa.

Mientras tanto, la Asociación Nacional de Micro y Pequeñas Empresas (Anmype) se pronunció en forma favorable a que el Fondes financie también ese tipo de emprendimientos. Las micro y pequeñas empresas representan 96,6% de las empresas de Uruguay y emplean 48,9% de la mano de obra formal. Se considera microempresas a las que contratan hasta cuatro personas, y pequeñas empresas a las que contratan hasta 19. El gerente general de Anmype, Álvaro Méndez, explicó a la diaria que desde la asociación se busca romper con una “lectura dual” que divide a empresas y trabajadores, porque “el mundo del trabajo es más complejo que eso”. Afirmó que en las mypes “las relaciones laborales son diferentes que en las empresas tradicionales” y que en muchos casos se trata de “gente que tiene algún oficio y genera su emprendimiento, genera autoempleo y en algunos casos trabajo para otras personas”. En muchos casos las mypes se sustentan en “vínculos familiares”, mientras que en otros “se establecen vínculos cercanos entre emprendedores y colaboradores, que están lejos de caracterizarse en base a la diferenciación clásica de capital y trabajo, o de dueño de medio de producción y trabajador dependiente”, dice Anmype en su sitio web. “Dicho de otro modo, muchas de estas unidades productivas son hoy en Uruguay ejemplos de trabajo autónomo, que consideramos deben ser incluidas como protagonistas de las estrategias de desarrollo económico con inclusión social”, sostiene la asociación.

Méndez señaló que, si bien actualmente hay “una diversidad de herramientas” para el financiamiento de las mypes, “el impacto que tienen y la cobertura es mínima”, en parte por el desconocimiento de los propios empresarios. Remarcó que por eso es necesario “fortalecer la asociatividad” de este tipo de emprendimientos.

Consideró positivo que el Fondes abarque también a las mypes y sostuvo que esto no va en desmedro de la autogestión. “Tenemos una visión positiva de las empresas autogestionadas. Consideramos que son una herramienta de cambio en las relaciones laborales y de apropiación de los medios de producción por parte de los trabajadores; no estamos para nada en contra de eso”, afirmó.