La Unión de Trabajadores del Hospital de Clínicas (UTHC) inició ayer a las 6.00 una huelga sin miras de levantarla, a menos que la Comisión Directiva del Hospital de Clínicas dé un paso atrás en la aprobación del proyecto que reforma la forma de financiamiento, de gestión y de gobierno de la institución. La Comisión Directiva (integrada por representantes de los docentes, estudiantes, egresados y trabajadores no docentes) aprobó el martes 7 los lineamientos generales del proyecto, y el miércoles el documento ingresó a estudio del Consejo de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República (Udelar).

El proyecto fue elaborado por la Comisión de Líneas Estratégicas, integrada por referentes del hospital y de la facultad, los órdenes y los trabajadores no docentes, que ya en diciembre habían planteado su disconformidad con lo que se estaba redactando. La UTHC acompaña el ingreso del hospital al Sistema Nacional Integrado de Salud, pero discrepa con varias propuestas del documento. Rechaza el criterio de referenciación geográfica de los usuarios, que ya no podrían elegir libremente atenderse en el hospital. La otra gran diferencia refiere a la idea de crear Unidades de Gestión Clínica, que tendrán poder de decisión en la gestión de los recursos utilizados en la práctica clínica y que, según el gremio, “van a estar enfocadas a vender servicios de salud y no a investigar”. Discrepan, además, con que el director del hospital tenga voto y presida la Comisión Directiva, y concentre decisiones que hoy pasan por esta última.

Pese a la huelga, se mantiene la atención en urgencia, emergencia y de pacientes internados, aunque se disminuyó el trabajo del block quirúrgico; no se hacen cirugías coordinadas previamente, reservas para futuras consultas y no funcionan algunas policlínicas. El director del hospital, Víctor Tonto, dijo ayer al mediodía a la diaria que “la emergencia está funcionando de forma normal, pero va a llegar un momento en que no va a poder descargar sus pacientes hacia la hospitalización porque no se hacen los ingresos”. Consideró que el área más afectada es la de internación, porque además de esos ingresos “no se hacen las transferencias del CTI o de cuidados intermedios a los cuidados moderados, y va a llegar un momento en que el hospital va a quedar saturado y congelado; eso puede pasar en cuestión de 24 o 48 horas”. Anunció que se monitoreará “que no llegue el momento en que se ponga en riesgo alguna vida”, y que si eso ocurriera solicitará al rector de la Udelar, Roberto Markarian, que tome “medidas extremas”, es decir, que solicite al Poder Ejecutivo que decrete la esencialidad de los servicios. En el mismo sentido, Markarian afirmó a El Espectador que si es necesario pedirá la declaración de esencialidad.

Planteos de fondo

Tonto considera que lo que aprobó la Comisión Directiva no es un proyecto, sino un documento con las líneas generales. Contrario a lo que opina la UTHC, el director sostiene que se propone “un hospital con más camas que las que tiene ahora” y que se buscará “atender la demanda de 150.000 usuarios, que son más o menos los números que ha tenido el hospital históricamente”. Los funcionarios afirman que hoy en día hay 240.000 usuarios por año, algo que Tonto rechaza, porque para atender esa demanda deberían contar con 600 camas y sólo tienen 356. Por otra parte, reafirmó la propuesta de contrarreferenciar a los usuarios al lugar donde residen y que se atiendan en las policlínicas de sus lugares de origen, puesto que entre 80% y 85% de las patologías se resuelven en el primer nivel de atención; de esa forma, llegaría al Clínicas el 15% o 20% restante.

En cuanto al modelo de gestión clínica propuesto, Tonto señaló que “es un modelo más moderno, de atención centrada en el paciente”, y que “da mucha participación a los profesionales de la salud, cualquiera sea: médico, enfermera, asistente social, psicólogo, psiquiatra”. Detalló que “cambia la ortodoxia de la cátedra por un nivel más horizontal y con un grupo que se encarga de la atención de los pacientes”, y que busca que el profesional que está más cerca del paciente “tenga conciencia de lo que está gastando; se trata de buscar la eficiencia y la eficacia a nivel más operativo, que es donde se hace el gasto, y no significa transferirle el poder a nadie”.

Tonto no acompaña la propuesta de crear un cargo de director general que sea votado por los órganos políticos de la Facultad de Medicina (él accedió a su cargo por concurso), ni que presida la Comisión Directiva y tenga voto en ese órgano, porque de ese modo sería juez y parte. Considera que “la figura del director es más técnica que política”, aunque coincide con que tenga mayor poder de decisión en cuestiones administrativas.

Hoy se reunirá nuevamente la Comisión Directiva. Sofía Kohn, delegada estudiantil en ese órgano, dijo a la diaria que en la comisión se aprobaron los lineamientos generales del proyecto y que se resolvió “dejar el punto en el orden del día para tomar las recomendaciones de los órdenes”. Entiende que los diferentes colectivos darán la discusión en ese ámbito y en el Consejo de la facultad. El único punto que el orden estudiantil considera que no está suficientemente elaborado es el de modelo de gestión clínica, y acompaña el resto de la propuesta.