La Segunda Sala del máximo tribunal trasandino, integrada por los ministros Milton Juica, Hugo Dolmestch, Carlos Künsemüller, Haroldo Brito y Lamberto Cisternas, dictó el lunes 13 un fallo definitivo en la causa “Ariel Arcos y otros”, que rechaza el recurso de casación que pretendía la absolución de los militares Mateo Durruty Blanco, Mickel Uriarte Burotto, Gabriel Bernardo Montero Uranga, Francisco Fernando Martínez Benavides, Moisés Retamal Bustos y Guillermo Antonio Vargas Avendaño, acusados de ser los autores de los secuestros de los uruguayos Ariel Arcos Latorre, Juan Povaschuck Galeazzo y Enrique Pagardoy Saquieres, cometidos a fines de 1973. La corte ratificó las condenas a seis años de prisión efectiva para cada uno.

Todos los condenados son oficiales retirados del Ejército. Al momento de los hechos, Durruty Blanco era comandante del Regimiento de Ferrocarrileros de Puente Alto. El tribunal sostiene que “el enjuiciado planificaba la búsqueda de información, participaba en los interrogatorios y decidía sobre la suerte de los detenidos, dada su intervención en la llamada Sección Segunda, donde fueron llevadas las víctimas”. Uriarte Burotto integraba el mismo regimiento y la Central Nacional de Informaciones; fue reconocido por testigos en diversos interrogatorios. Montero Uranga era oficial de guardia, oficial de emergencia y de patrullajes en la Compañía de Ingenieros Militares de Montaña, y Vargas Avendaño era comandante de esa compañía. Martínez Benavides era comandante del Batallón de Instrucción.

Arcos, Pagardoy y Povaschuk fueron detenidos por carabineros chilenos el 29 de setiembre de 1973 en la zona del Cajón del Maipo. Integraban el Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros y estaban exiliados en Santiago de Chile, pero tras el golpe de Estado del 11 de setiembre resolvieron viajar a Argentina atravesando la cordillera. Luego de su detención fueron recluidos en el Regimiento de Ferrocarrileros de Puente Alto, y desde entonces no se supo más de ellos.