Media hora después de lo previsto, en el salón de actos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), se presentó en sociedad el nuevo directorio del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop). En el auditorio había representantes del gobierno, trabajadores y empresarios. Esta confluencia fue destacada por el ministro Ernesto Murro, que exhortó a romper con las chacras, el individualismo y el “cortoplacismo”.

El jerarca insistió con el norte que guía su cartera, que plasmó en el documento “Cultura del trabajo para el desarrollo”. Las primeras líneas de acción al respecto se anunciarán el Día de los Trabajadores. Murro explicó que hay grupos de trabajo y reflexión al más alto nivel académico, empresarial y del PIT-CNT elaborando propuestas para llevar a la práctica lo que el presidente Tabaré Vázquez incorporó en su discurso de asunción como ejes clave de su gestión: la conformación del Sistema Nacional de Competitividad y la Cultura del Trabajo para el Desarrollo.

Fondo común

El consejo directivo del Inefop, que se completó ayer, está encabezado por el director nacional de Empleo, Eduardo Pereyra, secundado por Fernando Ubal y Luis Gerardo Rodríguez (por el Ministerio de Educación y Cultura y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, respectivamente), Juan Mailhos y Gerardo Garbarino (por el sector empresarial), Ismael Fuentes y Julio Perdigón (por el PIT-CNT) y Alberto Esteves en representación de las empresas de la denominada economía social.

Sin hacer anuncios, Murro dio pistas: “Los gobernantes tenemos que ser mejores gobernantes; los trabajadores públicos, mejores trabajadores públicos; los empresarios, mejores empresarios”. Juan Mailhos, de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios (CNCS) -que repite como uno de los dos directores por el sector empresarial-, había resumido de alguna manera ese pensamiento antes que Murro, al decir que encaraba con esperanza esta nueva gestión, en el entendido de que el Inefop podía y debía lograr “mayor eficacia”. También dijo que no iba a mirar para atrás porque “está lleno de comentaristas del pasado”, en referencia al debate que se originó hacia el final del gobierno de José Mujica acerca de cómo reestructurar al Inefop, ante la certeza compartida de que no respondía a las necesidades del mercado laboral.

La frase pudo interpretarse también como un tiro por elevación a uno de los debutantes en el directorio, el representante del PIT-CNT Julio Perdigón, que lo había antecedido con una intervención que superó los 20 minutos. El sindicalista historió sobre el origen del Inefop y el estado de las relaciones laborales en aquellos años. Perdigón explicó que enfocará su gestión en tres ejes: formación y capacitación para romper con el desempleo estructural, para evitar la pérdida de fuentes de trabajo y para reincorporar a los que la han perdido y quieren recuperarla. A su turno, Mailhos había reclamado que la capacitación y formación (y, por tanto, el dinero) también se orientara a los empresarios.

Murro aseguró que habrá rubros para todos. “El Inefop tiene plata”, remarcó, al tiempo que pidió un “cambio radical” en su funcionamiento. Ayer, a la hora de abrir los discursos, el director general del Inefop, Eduardo Pereyra, repasó los desafíos del organismo y exhibió esas primeras concreciones: convenios con dos empresas sanduceras de capitales nacionales, un tercero con el Centro de Ensayos de Software, además de la renovación del contrato que lo une con el Secretariado Uruguayo de la Lana.