Delma Castro, que vivía en el barrio Cumbres de Neptunia, en el departamento de Canelones, dejó ayer la huelga de hambre que había iniciado el 14 de marzo tras su procesamiento y el de su pareja por usurpación. Ella y su familia ocuparon el terreno en el barrio, que queda al norte de la ruta Interbalnearia, pasando el peaje de Pando, en abril de 2014, así como otros de sus vecinos. Los predios pertenecían a una sociedad anónima (Neptunia SA) que se diluyó, y no fueron reclamados por privados. El juez Marcos Seijas, del Juzgado Letrado de Primera Instancia de Atlántida de Primer Turno, procesó a Castro y su pareja, y determinó que desalojaran la vivienda en un plazo de 24 horas.

Ella y los vecinos, nucleados en la Coordinadora de Vecinos contra los Desalojos, aseguran en un comunicado que no existe delito “porque no se está yendo contra la propiedad privada de nadie, no hay propietarios que se opongan”. Además, los vecinos denuncian una serie de abusos policiales que sufrieron algunas de las personas detenidas, entre ellas la propia Castro, que fue incomunicada, y otros cuatro vecinos, que en febrero fueron detenidos y posteriormente “encerrados e incomunicados en la Seccional 22ª de Salinas, privados de recibir agua, alimento o abrigo, y maltratados física y psicológicamente”, y no tuvieron posibilidad de conseguir un abogado.

Castro, que estaba acampando en el kilómetro 34 de la ruta Interbalnearia, ayer comunicó que abandonó la huelga de hambre después de 17 días, porque consideraba que se había cumplido el objetivo de dar a conocer la situación. “Es tiempo de emprender otro frente de lucha, con el fin de contribuir a concientizar a la población uruguaya sobre esta falencia de soluciones reales en el tema de la vivienda, que afecta a tantas familias y a quien suscribe”, dijo mediante un comunicado, y reivindicó que el principal objetivo será trabajar en el análisis y modificaciones a la Ley 18.116, que determina el delito de usurpación por el que fue procesada.