La histórica sede central del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T) es ahora el local del Instituto Politécnico Ibero Gutiérrez, una cooperativa de educadores cuyo fin es brindar formación técnica mediante cursos cortos que permitan una rápida inserción laboral de los estudiantes. Todos los docentes son honorarios, ejercen también en UTU y sólo cobran algunas cuotas para el mantenimiento del local, pero aspiran a que todos los estudiantes sean becados, mediante la firma de un convenio con el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop).
“La educación es el camino. Y, amigos, el puente entre ese hoy y ese mañana que queremos tiene un nombre y se llama educación. José Mujica”, dice el cartel que presenta al politécnico en la casa de la calle Tristán Narvaja 1578, entre Colonia y Mercedes, donde durante años funcionó el local central del MLN-T. La organización política cedió en comodato la vivienda a la cooperativa de trabajo que gestiona el instituto, que si bien no ha sido inaugurado oficialmente y aún resta realizar varias reformas en el local, ya está en pleno funcionamiento.
“La idea la tomamos de [las palabras de] José Mujica en Fray Bentos, durante la campaña electoral de 2009, cuando un grupo de vecinos planteó la necesidad de crear institutos de capacitación en el interior para darles la posibilidad a los jóvenes de entrar al mercado laboral rápidamente”, contó Alberto Bonessi, uno de los docentes. Hicieron un proyecto que funcionaría en las instalaciones del viejo frigorífico Anglo de esa ciudad, y establecieron contactos en Argentina, Brasil y Paraguay para instalar un politécnico de alcance regional. Pero el visto bueno que le dieron desde afuera no tuvo el mismo eco en Uruguay, y surgieron dificultades para desarrollar el proyecto.
Sin embargo, en escala menor a la que se pensó en un principio, el proyecto comenzó a funcionar. Hace unos días terminó un curso sobre sistemas de detección de incendios, al que asistieron 25 personas, 12 de las cuales fueron becadas en forma total. “Buscamos dar cursos cortos, de buen contenido, que permitan a los jóvenes capacitarse sin hacer esas carreras largas que les pide la UTU, y obtener una rápida inserción laboral. Los cursos se proponen en módulos, pensando en gente que ya tiene alguna preparación, pero también en chiquilines que tienen sólo primaria terminada, en gente sin experiencia y en personas privadas de libertad. Creemos que Uruguay no tiene que ser un país sólo de servicios y formar exclusivamente cocineros o mucamas de hotel. Uruguay necesita técnicos”, dijo el docente Luis Méndez. Sostuvo que los cursos “son de capacitación y no de formación”, y ésa es la diferencia con la UTU, que tiene “materias transversales”. “La nuestra es sólo técnica, con alguna materia transversal limitada que la da el mismo profesor que dicta la materia técnica”, especificó.
También se ofrecen cursos de “recapacitación”. Según la profesora Adriana Perdomo, que como Méndez es miembro de la Organización Internacional de Técnicos, dijo que aquellos que se recibieron hace diez años “son superados por la tecnología” y tienen que actualizarse permanentemente. La división en módulos permite que una persona que cursa Electricidad pueda ser ayudante de electricista al terminar el primer módulo y quedarse ahí, o continuar con otro módulo y llegar a ser oficial electricista.
Méndez considera que la enseñanza que brinda el Ibero Gutiérrez no compite con la UTU, sino que “la complementa”. “Un joven puede hacer un curso corto, encontrar trabajo rápidamente y luego hacer una carrera en la UTU para perfeccionarse”, afirmó.
En el fondo del local aún se conserva el viejo cartel del MLN-T que colgaba del techo de la casa. Varias habitaciones están siendo refaccionadas con lentitud, porque los recursos son escasos. Otra de las modalidades que ensayan son los “cursos in company”, que consisten en módulos que se dictan en empresas, dirigidos a su personal. Y como el interior es uno de los más demandantes, están pensando en adquirir un ómnibus para transformarlo en un aula móvil y llegar a todos los rincones del país. El politécnico brinda cursos de domótica (automatización de viviendas), sistema Scada (control de procesos industriales a distancia), aire acondicionado, fibra óptica, electroneumática, sensores, protección catódica y termografía, entre otros, además de tener patentada la enseñanza de mecatrónica. Las capacitaciones básicas pueden hacerse en 72 horas, y se dictan seminarios que duran dos días. Según Adriana Perdomo, están ultimando detalles formales para hacer convenios con el Inefop y así “lograr que todos los estudiantes estén becados”. También se ofrecen paquetes de capacitación para personal de empresas en la modalidad dual, en la que se capacita a un líder que acompaña a las personas formadas dentro de la empresa. “Estamos abiertos a todo el mundo, pero tenemos claro adónde queremos llegar”, concluyó Perdomo.