Pocas horas antes del cierre de las mesas, los tres candidatos frenteamplistas en Maldonado repartían listas en la esquina de Camino de los Gauchos y Calle 7, junto a otros militantes de izquierda y de otros partidos. “Esta esquina es nuestra”, ilustró un militante de Darío Pérez, el entonces favorito de la izquierda frenteamplista. El diputado y ex intendente frenteamplista Óscar de los Santos, quien estaba junto a los candidatos repartiendo listas, no se explicaba por qué la contienda electoral era tan pareja. “Fue una gestión muy bien evaluada, con buenos parámetros en temas de alumbrado, basura y calles, de hasta 73% [de aprobación] en algunos casos”, evaluaba respecto de la performance de lo que hasta el año pasado fue su propia administración. Lo que sí interpretó el Flaco fue que esta vez el Partido Nacional (PN) presentó un “condimento” diferente, al llevar a la competencia tanto a Antía como a Rodrigo Blás, dos figuras de diferente perfil pero con buena capacidad de convocatoria.

De los Santos se defendió de declaraciones del propio Pérez, con quien tuvo una conflictiva relación durante los diez años de gobierno del FA. El diputado carolino había dicho que extrañaba la participación de De los Santos en la campaña. Esas expresiones, según el ex intendente, fueron “ingratas”: “Estuve haciendo barriadas en la tarde desde febrero, con [Pablo] Yuyo Pérez, y sólo falté en el departamento 12 días durante los que recorrí el país; después he estado desde la mañana a la noche militando. Quizás había algún interés en que si el FA perdía era mi culpa, y si ganábamos yo no tenía nada que ver. Siento un profundo dolor de que haya dicho eso”, confesó.

Revelación blanca

Sobre las 19.30 las calles se vaciaron. Los circuitos se habían cerrado. La sede de la departamental del FA (una suerte de garaje bastante espacioso, equipado con mediotanques y gaseosas) estaba vacía, pero pronto comenzaría a llenarse. Si bien estaba previsto que los candidatos esperaran los resultados allí, el único que se apersonó en hora fue Yuyo Pérez.

En los blancos la atención se centraba en el “búnker” nacionalista de Antía. Las ilusiones blancas amagaron con resquebrajarse cuando un comité ubicado a media cuadra de Darío Pérez estalló en un sospechoso festejo cerca de las 20.30. Pero minutos después la escena se iba a invertir: los propios periodistas que estaban en la sede de la lista 88 advirtieron a los militantes que la encuestadora Cifra estaba dando como ganador a Antía, lo que hizo explotar en un imprevisto festejo a los nacionalistas, al punto de que a un par de veteranas se les caían las lágrimas de la emoción.

El humor en la departamental frenteamplista cayó en picada. Las visibles caras de decepción de Yuyo Pérez y el Flaco de los Santos lo decían todo. Eran pasadas las 21.00 y ni Darío Pérez ni el otro candidato de la izquierda, Horacio Díaz, habían arribado a la sede oficialista. Como si fuera poco, casi todos los conteos de los circuitos de San Carlos, bastión frenteamplista, arrojaban una clara victoria blanca. Yuyo Pérez salió a declarar a la prensa que había que esperar el conteo de los resultados y que era muy pronto para saber algo definitivo. Lo mismo decía De los Santos. El cómputo de datos del FA no daba “datos definitivos”, aseguraba Pérez.

Pero mientras el FA no reconocía los resultados, Antía si lo hizo, y de la forma más triunfalista posible. Se apersonó en el local partidario en el centro de la caja de una camioneta 4x4, con los brazos en alto, sus dedos haciendo la clásica “V” y una amplia sonrisa, mientras una multitud festejaba con desenfreno. Él y quienes lo acompañaban saltaban en la caja de la camioneta, que parecía que rebotaba en el piso. “¡Se siente, se siente, Antía intendente!”, gritaba una multitud cada vez más eufórica, acompañada en el agite por el propio ganador de la contienda. A pesar de su look a lo Domingo Burgueño Miguel (con pañuelo al cuello y boina blanca), el candidato electo era idolatrado como una auténtica estrella de rock en pleno éxtasis de un concierto multitudinario. Se dispuso a saludar a todos los que se le acercaban, y luego se propuso dar un discurso arriba de su propia camioneta, desprovisto de micrófonos. “Esto es el triunfo de todos los compañeros que me están saludando y abrazando. Maldonado tiene futuro, y trabajaron con el amor a los vecinos. Estaba confiado en ganar y sé lo que vale esta gente”, dijo Antía encima de la camioneta, para luego agregar: “Para Maldonado es el progreso y para el Partido Nacional es un puesto de trabajo”.

Al cierre de esta edición, el FA seguía sin reconocer el triunfo del PN en Maldonado.