“Hoy está internado en el hospital Vilardebó, con contención y medicación. El día que se escape volverá a estar en esa misma situación y se irá a bañar a la Ley de Faltas”. Las declaraciones pertenecen a la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, y describen la situación de un ex interno del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), internado en el hospital Vilardebó, quien utilizaba las duchas de los refugios a los que van las personas que son detenidas por la Ley de Faltas. La jerarca comentó esto el lunes, durante la sesión de la Comisión de Población, Desarrollo e Inclusión de la Cámara de Senadores.

Arismendi hizo estas declaraciones luego de anunciar su intención de abrir una discusión sobre esta norma. “Estuvo preso una cantidad de veces y, cuando se descompensa, la Policía ya no viene porque dice: 'Si es Fulanito, ya lo conocemos'. Cuando uno se cruza con él y le dice: 'Fulanito, ¿por qué no vas a bañarte al refugio?', él contesta: 'No, yo me baño en Ley de Faltas'”. Por todo esto, la ministra concluyó irónicamente que “la Ley de Faltas sirve para ir a bañarse”.

Arismendi también se refirió a las personas en situación de calle y se preguntó si realmente la sociedad uruguaya “quiere que se inserten en una vida cotidiana más o menos digna y accedan a derechos, ¿o lo que quiere es no verlos?”. Luego se respondió: “A veces tengo la sensación de que lo que quiere la sociedad es no verlos; quiere que no estén en la esquina ni duerman en el umbral de tu casa, que accedan a un refugio en otro barrio”.

Durante la sesión, la senadora nacionalista Verónica Alonso preguntó si el futuro Sistema Nacional Integrado de Cuidados (SNIC) iba a verse afectado debido a la coyuntura económica adversa. Arismendi respondió que así como el gasto social no se redujo en 2008, cuando “los grandes países e imperios temblaban”, en esta oportunidad “van a escuchar hasta el cansancio al señor ministro de Economía y Finanzas decir que el presupuesto para el SNIC está blindado, fuera de discusión presupuestal”.

Durante la sesión, Arismendi y otras autoridades del Ministerio de Desarrollo Social hicieron referencia a la Primera Encuesta Nacional de Salud, Nutrición y Desarrollo Infantil, cuyos resultados fueron utilizados por dirigentes de la oposición, entre otros el senador nacionalista Luis Lacalle Pou, para afirmar que “4% de los niños del país tienen hambre”.

La directora de Uruguay Crece Contigo, Mariela Solari, reiteró que 4,3% de los niños menores de cuatro años viven en hogares con “inseguridad alimentaria grave” y 9% con “inseguridad alimentaria moderada”. La inseguridad alimentaria, explicó, se define como “la disponibilidad limitada o incierta de alimentos nutricionalmente adecuados o inocuos, o la capacidad limitada e incierta de adquirir alimentos adecuados en forma socialmente aceptable”.

La encuesta también refleja que entre 4,5% y 5% de los niños tienen “desnutrición crónica o retraso de talla”. El valor, asegura el informe de la encuesta, es “coincidente con estudios poblacionales previos, representativos de la población en su conjunto”.