El presidente del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa), Ruben Villaverde, confirmó a _la diaria _que el martes 12 se llevó a cabo el cierre definitivo del centro Ser, lo que implicó el traslado de 16 adolescentes “fundamentalmente para Bulevar Artigas y General Flores”, es decir, al Centro de Ingreso, Estudio, Diagnóstico y Derivación (CIEDD). Ese centro fue señalado por la Organización Mundial Contra la Tortura -en base a testimonios de jóvenes privados de libertad- como un lugar donde “las prácticas violentas son constantes” y por la Institución Nacional de Derechos Humanos por ser un espacio cuya construcción presentaba “defectos”: había filtraciones en las paredes y basurales en los patios de los sectores, y no se habían instalado los elementos de seguridad previstos.
Consultado sobre por qué se tomó la decisión de cerrar dicho centro de detención de adolescentes infractores a una semana de finalizar su mandato al frente del Sirpa, siendo que el 20 de mayo asumirá la psicóloga Gabriela Fulco al frente de éste, Villaverde sostuvo que el traslado se efectuó ahora porque “se terminaron las obras” de nuevos centros, previstas en el presupuesto de la institución. “En algún momento tuvimos 700 internos [en Colonia Berro]. Teníamos los problemas que teníamos porque todavía no se habían terminado las obras. Ahora se terminaron las obras y tenemos 530 muchachos [en el conjunto del sistema]. Por lo tanto, pudimos cerrar algunos lugares que nos hubiera gustado cerrar antes”.
Además, aclaró que el lugar se desafectó “de momento”. “No lo precisamos, lo desafectamos”, dijo y añadió que, si bien “en su momento habíamos estado conversando [con el Sindicato Único del Instituto del Niño y Adolescente de Uruguay, SUINAU] de hacer una reformulación sobre qué hacer con ese espacio, el tiempo no nos dio”. El dirigente de SUINAU Joselo López manifestó en varias oportunidades la intención de cerrar el Ser por el “estigma” que pesaba sobre ese centro, y convertirlo en un espacio para talleres con los jóvenes internos. “Las nuevas autoridades verán qué destino dar a ese espacio”, sostuvo Villaverde.
El jerarca advirtió que, una vez efectuado este último traslado de adolescentes del Ser al CIEDD “hay que ver que [allí] tienen a unos muchachos con otros” y consideró: “Hay algunos que no sería bueno que estén teniendo cercanía con otros muchachos”.
El centro Ser funcionó como centro de máxima seguridad para adolescentes privados de libertad dentro de la Colonia Berro. Ante numerosas denuncias efectuadas el año pasado por torturas a los jóvenes y situaciones de encierro extendidas hasta 23 horas por día, fueron procesados ocho funcionarios, entre ellos la ex directora Jessica Barrios, bajo el cargo de “abuso de autoridad hacia detenidos”.